Nueva York.— Durante más de una década, el hermano del presidente de Honduras, Juan Antonio Hernández, se codeó con importantes narcotraficantes, con los que se reunía cargando una pistola y de los que recibía miles de dólares a cambio de ofrecerles información sobre pesquisas y operaciones policiales, declaró un testigo.
Víctor Hugo Díaz Morales, un extraficante que identificó y señaló a Tony Hernández por tráfico de cocaína, realizó esta declaración en una sala de una corte de Manhattan, Estados Unidos donde se juzga al hermano de Juan Orlando Hernández, mandatario hondureño.
También testificó que pagó 40 mil dólares en 2005 para financiar la campaña electoral del presidente hondureño a diputado en el Congreso de su país.
Díaz Morales afirmó que traficó unos 140 mil kilos de cocaína con la ayuda de Tony Hernández, de 2004 a 2016. También dijo que Tony no sólo era informante, sino que prodicía su propia cocaína en un laboratorio colombiano.
Además, el nombre de Tony Hernández estaba escrito varias veces en libretas que fueron encontradas el año pasado en un vehículo en el que viajaba un conocido extraficante de droga.
Por ello, el fiscal Jason Richman interrogó ayer en el juicio a Miguel Reynoso, un detective hondureño, sobre esos cuadernos, donde supuestamente se registraba la venta de cocaína.
Rechaza haber protegido a su hermano. El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, aseguró ayer que nunca protegió a su hermano. En respuesta a las acusaciones de que Tony recibió dinero del narco para entregárselo a él, dijo que todo es parte de una “venganza del narco”.
“[Las declaraciones de los testigos en el juicio] colindan con lo absurdo, con lo ridículo (...) Sólo falta que en algún momento digan que vieron resucitar a Pablo Escobar y que vino a contribuir a la campaña [presidencial]”, dijo en un mensaje a la prensa. El presidente de Honduras agregó: “Nadie está por encima de la ley y nunca he intervenido, ni lo voy a hacer, para proteger a alguien”.
El mandatario sostuvo que el juicio contra su hermano es usado por narcotraficantes y hasta expolicías que fueron extraditados a la Unión Americana para vengarse de él y de funcionarios de su gobierno que los persiguieron y capturaron.
Hernández Alvarado, quien comenzó su segundo mandato en enero de 2018 en medio de acusaciones de fraude electoral, ha negado reiteradamente estar involucrado en el tráfico de drogas.
“El juicio contra Juan Antonio se convertirá sin duda en una tribuna para que estos criminales busquen vengarse y sacarse el clavo contra la persona y el equipo a las que responsabilizan de que sus imperios de crimen y violencia hayan terminado”, indicó.