Wellington, Nueva Zelanda.— Las primeras imágenes de Tonga tras la explosión de un volcán que desató un tsunami mostraron ayer la devastación en este archipiélago del Pacífico, cubierto por las cenizas y con importantes daños por las marejadas.

Este territorio quedó prácticamente incomunicado del resto del mundo por la erupción de un volcán submarino el sábado, que cortó el cable de conexión de la isla, que ahora depende de la señal irregular de los teléfonos satelitales. El cable de telecomunicaciones submarina precisará “al menos cuatro semanas” para repararse, dijo el ministro de Exteriores de Nueva Zelanda el miércoles.

La monumental columna de humo del volcán alcanzó una altura de 30 kilómetros y regó cenizas, gas y lluvia ácida en una zona muy amplia del Pacífico. El tsunami que le siguió levantó olas de hasta 15 metros en las costas de Tonga, según un comunicado del gobierno. Naciones Unidas indicó que tres personas habían muerto, incluida una mujer británica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que su delegado local, el médico Yutaro Setoya, está “encauzando las comunicaciones entre las agencias de la ONU y el gobierno de Tonga (...) El teléfono satelital del doctor Setoya es una de las pocas fuentes de información”, señaló. El organismo indicó que en la principal isla de Tonga, Tongatapu, hay 50 casas destruidas y 100 que resultaron con daños. Además, advirtió que las emanaciones del volcán generan temores de que haya contaminación del agua y los alimentos.

“El gobierno recomendó a la población que permanezca en el interior, que utilice mascarillas si sale y que beba agua embotellada”, indicó la OMS en un tuit. El gobierno de Tonga trasladará a 150 residentes de dos islas afectadas a zonas en menor riesgo. Las imágenes satelitales muestran que el volcán submarino ubicado al norte del archipiélago volvió a estar sumergido y sólo emergen dos pequeños islotes de lava. Nueva Zelanda difundió imágenes aéreas en las que se veían zonas verdes de la costa recubiertas de ceniza. En el litoral, aparecían edificios destrozados junto a otros intactos. La capital de Tonga, Nukualofa, quedó cubierta por dos centímetros de ceniza volcánica y polvo. Y su malecón resultó “muy dañado con piedras y escombros arrastrados tierra adentro por el tsunami”, según la ONU.

Los sistemas telefónicos internos fueron restaurados, pero la comunicación internacional continúa interrumpida. La OCHA informó que los vuelos de reconocimiento confirmaron “daños sustanciales a propiedades” en las islas Mango —donde no quedó una casa en pie— y Fonoi.

“Una señal activa de auxilio fue detectada en Mango”, indicó OCHA. La isla tiene unos 30 pobladores.

Reportan a mexicana sin localizar

En tanto, el embajador de México en Nueva Zelanda, Alfredo Pérez Bravo, señaló que los biólogos mexicanos Lesli Elisa Nava Flores y David Olaf Santillán González, que se encuentran en Tonga, lograron comunicarse vía correo electrónico a través de la oficina del alto comisionado de Australia en la isla donde pidieron informar a sus familiares que se encontraban a salvo. Los mexicanos, insistió Pérez Bravo a medios, no están desaparecidos, sólo incomunicados. Además, hay reportes de una tercera mexicana en Tonga: estaría sin localizar.

De acuerdo con medios, se trata de Verónica Vega Muñoz, quien reside hace 14 años con su esposo estadounidense en una de las islas de Tonga, donde manejan un negocio turístico ecológico.

Australia y Nueva Zelanda, que enviaron aviones de reconocimiento Orion para sobrevolar la zona, alistaron cargamentos de ayuda para Tonga. El ejército de Nueva Zelanda está enviando agua fresca, ante la preocupación por el agua contaminada, y otros suministros, pero la ceniza que cubre la pista de Tonga complica el arribo. La ayuda inicial de Nueva Zelanda partió en barcos de la Marina, pero se prevé que no llegará antes del viernes. La Cruz Roja informó que enviará 2 mil 516 contenedores de agua y Francia prometió enviar ayuda “urgente”.

“Por las pocas actualizaciones que tenemos, la magnitud de la devastación podría ser inmensa”, dijo Katie Greenwood, de la delegación regional de la Cruz Roja.

Además, Greenwood declaró que Tonga no quiere una gran afluencia de trabajadores humanitarios para evitar contagios, al ser uno de los lugares que hasta ahora ha logrado evitar brotes de Covid-19.

En Perú, decenas de pescadores protestaron frente a la principal refinería, administrada por Repsol, luego que un barco de bandera italiana derramó petróleo sobre una zona del Pacífico, tras fuertes oleajes originados por la erupción en Tonga.

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