“Todo el Ecuador está con Guayaquil”. Frente a la tragedia que vive esta ciudad ecuatoriana, y la provincia de Guayas, ante la cantidad de contagios y decesos por el Covid-19, la Embajada de la República de Ecuador señala que la fuerza de tarea conjunta se está encargando del levantamiento de cadáveres.
En una carta enviada a EL UNIVERSAL, la embajada refiere que en Ecuador se declaró emergencia sanitaria desde el pasado 11 de marzo, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió como pandemia al Covid-19, y se prohibieron los eventos masivos, así como el ingreso de personas provenientes del exterior. Cinco días después, el presidente Lenín Moreno declaraba Estado de excepción y toque de queda.
La embajada explica que a pesar de las medidas, se produjo el contagio comunitario que particularmente afectó la ciudad de Guayaquil. “La inhumación de cadáveres jamás ha estado en manos del Estado. Estuvo en manos de la Iglesia desde el periodo colonial” y después “lo asumieron sociedades funerarias cerradas para tal efecto, y la empresa privada”. Sin embargo, indica que ante el aumento de muertos, el cierre de funerarias temerosas del coronavirus y la especulación sobre precios de ataúdes y funerales, aunado al toque de queda, generaron un “cuello de botella”.
Fue entonces que se decidió que la fuerza de tarea se hiciera cargo de levantar y enterrar a los cuerpos.
“La administración descartó la idea que se hiciera una fosa común y ha obtenido terrenos para tumbas. Desde el 24 de marzo existe un protocolo simplificado de manejo de cadáveres” y hay una fuerza de tarea especial, “lo que ha llevado a que se empiecen a disminuir los retrasos en el retiro de los cadáveres de los domicilios particulares. Así que sí hay una respuesta del gobierno”.
En su carta, la embajada reconoce que no es suficiente. “Hubo errores, caos inclusive, por la velocidad de la expansión del número de muertes”, como lo dijo en su momento el gobierno, y hubo un retraso en la respuesta.
Pero, añade la sede diplomática, “el levantamiento de cadáveres por el grupo de apoyo empezó hace más de una semana y continúa imparable”.
También se ha proporcionado una dirección electrónica para que los familiares sepan dónde están enterrados sus seres queridos que fallecieron por el coronavirus y puedan visitar sus tumbas una vez que se normalice la situación generada por la pandemia.
“Para notificar de un fallecimiento, hoy se lo puede hacer vía WhatsApp o a través del 911”, acota la legación.
En ese sentido, la embajada externa su condena al “amarillismo con el que, a ciertos niveles, incluidas las redes sociales, se ha abordado el tema de los cadáveres insepultos en Guayaquil”. Denunció que muchos reportajes “se basaron en las publicaciones de redes sociales y del amarillismo, se pasó al extremo de publicar fake news creadas y difundidas masivamente por grupos movidos por intencionalidades políticas claras”. Algunas imágenes, por ejemplo, daban cuenta de la quema de cuerpos en las calles, lo que se comprobó era falso.
Con su carta, concluye, busca contribuir a un “análisis objetivo de la situación”.