Mientras la Casa Blanca pretende culpar al FBI y la clase política de Washington insiste en que el tema a discutir es la salud mental, los alumnos de la preparatoria Marjory Stoneman Douglas han tomado la iniciativa para reclamar un mayor control de armas en Estados Unidos.
Estudiantes de la escuela que el miércoles fue escenario de la matanza que perpetró el joven Nikolas Cruz y que cobró la vida de 14 alumnos y tres maestros, anunciaron ayer una marcha nacional y una concentración en Washington D.C.,el próximo 24 de marzo para exigir un cambio en el tema de las armas.
La iniciativa fue dada a conocer por cinco jóvenes que ofrecieron ayer entrevistas a las cadenas NBC News y CNN. La marcha también se difundió en internet a través del movimiento NeverAgain (Nunca más).
“Ahora es el momento de ponerse del lado correcto en esto, porque no es algo que vamos a barrer debajo de la alfombra”, dijo Emma González al programa de NBC News Meet the Press, en palabras que dirigió al presidente de EU, Donald Trump; al gobernador de Florida, Rick Scott, y al senador por Florida, Marco Rubio.
González, estudiante de último año, se ha convertido en una de las voces más fuertes. El sábado ofreció un emotivo discurso en Fort Lauderdale en el que dijo: “Si todo lo que nuestro gobierno y presidente pueden hacer es enviar ‘pensamientos y oraciones’, entonces es hora de que las víctimas seamos el cambio que necesitamos ser”, y auguró que su generación liderará el cambio que permitirá que la de Marjory Stoneman Douglas sea “la última matanza” en un colegio.
El grupo de estudiantes, compuesto por González, David Hogg, Cameron Kasky, Alex Wind y Jaclyn Corin, anunció que en el transcurso de la próxima semana marcharán a la capital de Florida, Tallahassee, para ejercer presión hacia una regulación más estricta en torno al acceso a las armas.
David Hogg, de 17 años, aprovechó la entrevista para criticar los mensajes que el presidente Trump publicó en su cuenta de Twitter el sábado, en los que afirmó que los demócratas no quisieron aprobar una legislación para aumentar el control de armas durante el gobierno de Barack Obama (2009-2017).
“Tú eres el presidente. Se supone que debes unir a esta nación, no dividirnos”, manifestó Hogg, quien reconoció que no se sentirá seguro de volver a su escuela hasta que el Congreso no saque adelante una norma que establezca un mayor control de armas.
“Cómo te atreves. Los niños se están muriendo y su sangre está en tus manos por eso. Por favor, hay que tomar acción”, añadió el estudiante, quien junto a los otros cuatro jóvenes se han vuelto la cara visible de un movimiento juvenil que reclama un nuevo marco para el acceso a las armas.
El liderazgo de los jóvenes no se limita sólo a Florida. En Connecticut, Lane Murdock, de 15 años, alumna de la secundaria Ridgefield, ha iniciado un movimiento para no asistir a clases el 20 de abril, día en que se cumplen 19 años del tiroteo en Columbine, Colorado.
“Sentí que era nuestro momento de tomar una posición, porque (...) somos los que estamos en estas escuelas, somos los que tenemos a los tiradores entrando a nuestras aulas y espacios”, dijo Murdock, quien vive a 32 kilómetros de la escuela primaria Sandy Hook, donde 20 niños y seis adultos murieron en otro tiroteo hace cinco años. Hasta ahora, su iniciativa ha juntado más de 36 mil firmas.
En tanto, funcionarios escolares en Florida indicaron que aún no hay fecha para que se reanuden las clases en la escuela que fue escenario del ataque.