Illinois.— Un tiroteo ayer en una fábrica de componentes industriales en la localidad de Aurora, en las afueras de Chicago, Estados Unidos, dejó seis muertos, incluido el presunto responsable, según informó el departamento de policía local.
La jefa del departamento, Kristen Ziman, señaló que cinco de sus agentes resultaron heridos cuando ingresaron al complejo industrial en respuesta a la emergencia.
El presunto responsable del tiroteo fue identificado como Gary Martin, de 45 años, quien, de acuerdo con declaraciones del jefe de la policía de Aurora, fue abatido. Medios como el Daily Herald informaron que Martin era un empleado de la fábrica Henry Pratt y que estaba en proceso de ser despedido. Las autoridades no han señalado alguna motivación para el ataque. Los cinco muertos fueron localizados en el interior del almacén.
Trabajadores de la empresa Henry Pratt dijeron a medios locales que Martin era compañero suyo. John Probst, empleado de la fabrica, dijo a ABC7 que corrió por la puerta trasera del edificio cuando comenzó el tiroteo. Probst comentó que reconoció al atacante y que también es un trabajador de la empresa. Agregó que el agresor tenía “una pistola con un láser”.
El empleado detalló que “uno de los muchachos estaba en la oficina, dijo que esta persona estaba disparando y vino corriendo y sangraba bastante”.
Un testigo dijo que nunca se había visto un acto de violencia así en el área.
El tiroteo, que ocurrió en la tarde en esta empresa de Aurora, una localidad industrial de unos 200 mil habitantes ubicada 60 kilómetros en el oeste de Chicago, obligó a que el distrito escolar 129 suspendiera las actividades. Las autoridades informaron que las escuelas se encontraban en “cierre de seguridad”.
La vicegobernadora de Illinois, Juliana Stratton, resaltó que “la violencia de las armas es una emergencia nacional” y llamó a regular su uso. Las declaraciones, vía Twitter, se producen en un contexto en el que presidente Donald Trump declarara emergencia, alegando una “crisis de seguridad” en la frontera sur, con el objetivo de hacerse de recursos para construir un muro.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, confirmó que Trump fue informado sobre el tiroteo y “está siguiendo la situación” en la ciudad.
Poco después, el mandatario estadounidense aplaudió el “gran trabajo” de la policía de Aurora y envió sus condolencias a las víctimas y a sus familias. “Gran trabajo de la policía de Aurora, Illinois. Sinceras condolencias a todas las víctimas y sus familias. ¡América está con ustedes!”, indicó a través de sus redes sociales.
En tanto, el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, aseveró: “No hay palabras para la maldad que roba a nuestros vecinos sus esperanzas, sus sueños y su futuro”.
El tiroteo se registró un día después de que se conmemorara el primer aniversario de la matanza en la escuela secundaria de Parkland, en el estado de Florida, donde 17 personas perdieron la vida: 14 estudiantes y tres empleados del instituto Marjory Stoneman Douglas (MSD). Al día siguiente de la tragedia, los estudiantes de Parkland comenzaron una campaña agresiva para que se regule y controle la venta y posesión de armas de fuego, conocida como March for Our Lives (MFOL).
En Aurora, pero en el estado de Colorado, otro tiroteo ocurrido en 2012; dejó 12 muertos en un cine. Pero aunque después de Parkland Trump extendió la prohibición de los bump stocks, un dispositivo que permite disparar ráfagas de municiones, las normas sobre armas apenas cambiaron en el Congreso, donde la influencia de la Asociación Nacional del Rifle (ANR) es muy fuerte.