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Era un día más de guerra en la Franja de Gaza, otro día de lo que Medo Halimy, tiktoker palestino de 20 años, llamaba su “Vida en tiendas de campaña”.
Como solía hacer en los videos en los que documentaba las cosas mundanas de la vida en el enclave, Halimy se dirigió el lunes a su café internet local —más bien, una tienda de campaña con wifi donde los palestinos desplazados pueden conectarse al mundo exterior— para reunirse con su amigo y colaborador Talal Murad.
Se tomaron una fotografía, que Medo Halimy publicó en Instagram con la frase “Finalmente Reunidos", y empezaron a ponerse al corriente.
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Luego se produjo un destello de luz, relató Murad, de 18 años de edad, una explosión de calor blanco y tierra pulverizada. Murad sintió dolor en el cuello. Halimy estaba sangrando de la cabeza. Un automóvil en la carretera costera frente a ellos estaba envuelto en llamas, aparentemente era el objetivo de un ataque aéreo israelí. Una ambulancia tardó 10 minutos en llegar. Horas después, los médicos declararon muerto a Halimy.
Halimy “representaba un mensaje”, comentó Murad el viernes, aún recuperándose de sus heridas de metralla y conmocionado por el ataque israelí que mató a su amigo. “Representaba esperanza y fuerza”.
El ejército de Israel dijo no estar al tanto del ataque que causó la muerte de Halimy.
Los homenajes de Halimy seguían llegando el viernes de amigos tan lejanos como Harker Heights, de Texas, donde el tiktoker palestino pasó un año en 2021 como parte de un programa de intercambio patrocinado por el Departamento de Estado.
“Medo era el alma de las reuniones... su humor, bondad e ingenio son cosas que nunca se olvidarán”, dijo Heba al-Saidi, coordinadora de exalumnos del programa de Intercambio y Estudios Kennedy-Lugar. “Estaba destinado a la grandeza, pero se lo llevaron demasiado pronto”.
Su muerte también catalizó una oleada de muestras de dolor en las redes sociales, donde sus seguidores expresaron conmoción y tristeza como si también hubieran perdido a un amigo cercano.
La campaña militar de Israel en la Franja de Gaza ha matado a más de 40.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes, y ha provocado un desastre humanitario. También ha transformado a legiones de adolescentes comunes —que no tienen otra cosa que hacer cada día más que sobrevivir— en corresponsales de guerra para la era de las redes sociales.
“Trabajamos juntos, era como una resistencia que espero continúe”, dijo Murad, que colaboró con Halimy en la “Experiencia gazatí”, una cuenta de Instagram que respondía las preguntas de seguidores de distintas partes del mundo que trataban de entender la vida en el asediado enclave, que es inaccesible para los periodistas extranjeros.
Halimy creó su propia cuenta de TikTok luego de refugiarse con sus padres, cuatro hermanos y una hermana en Muwasi, un área costera en el sur de Gaza que Israel ha designado como una zona humanitaria segura. Había huido hacia la ciudad sureña de Jan Yunis luego de que las fuerzas armadas de Israel invadieron Ciudad de Gaza, y posteriormente volvió a escapar de los bombardeos hacia el polvoriento campamento.
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La guerra en Gaza ha producido un torrente de imágenes que ya resultan familiares a los espectadores de todo el mundo: Edificios bombardeados, cuerpos contorsionados, caóticos pasillos de hospital.
Pero el contenido de Halimy “fue una sorpresa”, dijo su amigo Helmi Hirez, de 19 años.
Al capturar los detalles íntimos de su propia vida en Gaza llegó a espectadores de todo el mundo revelando un tedio enloquecedor que queda en gran medida fuera de la cobertura informativa sobre la guerra.
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“Si te preguntas cómo es en realidad vivir en una tienda de campaña, ven conmigo y te enseñaré cómo paso el día”, dice Halimy en el primero de los muchos diarios de su “vida en una tienda de campaña”, filmados desde el extenso campamento.
Se grabó a sí mismo durante su jornada: esperando inquieto en largas filas para conseguir agua potable, duchándose con una jarra y un cubo ("no hay shampoo ni jabón, por supuesto"), buscando ingredientes para hacer un sorprendentemente sabroso baba ganoush —la salsa de berenjena ahumada de Oriente Medio— ("¡Mama mía!", se maravilla ante su creación), y aburriéndose muchísimo ("entonces volví a la tienda y no hice nada").
Cientos de miles de personas de todo el mundo quedaron cautivadas. Sus videos se hicieron virales, algunos con más de 2 millones de visitas en TikTok.
Aun cuando relataba las tragedias (su abuela murió, mencionó en algún momento, debido en gran medida a la escasez de medicamentos y equipos en Gaza) o se inquietaba por los bombardeos israelíes, los amigos de Halimy decían que encontraba la calma canalizando su dolor y ansiedad en un humor inexpresivo.
“Qué fastidio", dice mientras pone los ojos en blanco cuando el zumbido de los drones israelíes interrumpe uno de sus videos de TikTok.
“Como pueden ver, el transporte aquí no es de cinco estrellas”, dijo cuando iba apretujado entre hombres en una camioneta pickup que se dirigía a la cercana localidad de Deir al-Balah.
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“En fin, procederemos a jugar”, comentó sobre su juego de Monopoly, cuando el silbido de los proyectiles israelíes sonaba en los cielos sobre él y sus amigos. “De todos modos, perdí”.
En su último video, publicado horas antes de que muriera, Halimy se graba mientras escribe en una libreta, que tenía las páginas cubiertas de misteriosas barras negras para censurar el contenido.
“He empezado a diseñar mi nuevo proyecto secreto”, dice desde el café internet que más tarde sería impactado, en el mismo tono que utilizaba siempre, en parte juguetón, en parte serio.
aov/apr