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La célula yihadista responsable de los atentados del jueves en Barcelona y Cambrils era mayor y más ambiciosa de lo previsto. La policía española mató a cinco de sus miembros y ha detenido a cuatro.
Si bien se había informado que uno de los fallecidos era el conductor de la furgoneta que mató a 13 personas en La Rambla e hirió a 126, en un ataque reivindicado por el Estado Islámico (EI), por la noche las autoridades afirmaron que esa teoría parecía desvanecerse.
Entre los presuntos terroristas que murieron a manos de la policía en el ataque en Cambrils, la madrugada de ayer, están Moussa Oukabir, Said Aallaa y Mohamed Hychami, marroquíes. Moussa, de 17 años y residente del pueblo catalán de Ripoll, era hermano de Driss, detenido el jueves. La prensa señaló que Moussa habría sido quien robó el pasaporte de su hermano y conducido la furgoneta con la que arrolló a los peatones en La Rambla. Aparentemente se trataba de un joven amante de la música rap y el arte urbano, pero la policía descubrió en sus redes sociales mensajes de odio yihadista, como: “Mataría a todos los infieles”.
Pero anoche el jefe de los Mossos d’Esquadra (policía regional catalana), Josep Lluis Trapero, dijo que no podía confirmar que el conductor fuera alguno de los atacantes abatidos. La policía busca Abouyaaqoub, un marroquí de 22 años y vecino de Ripoll y de quien se sospecha fue el verdadero autor material de los ataques.
La investigación sitúa la casa que explotó en el pueblo de Alcanar el miércoles por la noche como el corazón de esta célula yihadista, cuyos miembros tenían edades que oscilaban entre los 17 y los 24 años. Allí se han encontrado restos de explosivos utilizados habitualmente por el EI.
Los investigadores creen que los terroristas preparaban desde hace meses un atentado mayor, con camiones llenos de bombas, pero al estallar éstas en un accidente en el que murieron dos hombres y fue herido otro, el miércoles, decidieron actuar el jueves en Barcelona “a la desesperada”, según Trapero. Las indagatorias apuntan a que los terroristas alquilaron una tercera furgoneta, que no usaron. Fuentes policiales dijeron que las autoridades francesas buscan al conductor de un Renault Kangoo blanco que podría haber sido usado por los perpetradores del ataque en Barcelona.
La fallecida número 14 de los ataques terroristas fue una mujer española que paseaba por Cambrils cuando embistió la furgoneta. Entre las víctimas de los atentados —incluyendo muertos, heridos o desaparecidos— hay personas de 35 nacionalidades, incluyendo estadounidenses, italianos, belgas, españoles, argentinos, colombianos e incluso venezolanos. Sobre el total de heridos, 61 de los 126 han salido ya del hospital.
Tras el caos inicial, la investigación ha avanzado a gran velocidad, no sin reproches entre los distintos cuerpos. Por ejemplo, contra la policía catalana, por no instalar barreras de protección en La Rambla pese a las recomendaciones del Ministerio del Interior español tras el atentado de 2016 en Niza, Francia. Otras ciudades tampoco siguieron esas indicaciones, como Madrid, que ayer se apresuró a vallar el perímetro de la Puerta del Sol.
El gran debate ahora entre el gobierno central y el de Cataluña es si España eleva de nivel 4 a 5 la alerta terrorista. Para ello tendría que determinarse que existe un riesgo de atentado evidente. La medida supondría enviar al ejército a patrullar por Cataluña, una imagen que el gobierno regional de Carles Puigdemont quiere evitar. La Generalitat es partidaria de “volver a la normalidad cuanto antes”. La decisión se tomaría hoy.