El grupo terrorista responsable de los atentados de la semana pasada en la región española de Cataluña estaba ultimando, supuestamente, la preparación de explosivos para actuar en varias iglesias y la basílica de la Sagrada Familia, ya que es el monumento más conocido de Barcelona .
Fuentes jurídicas dijeron hoy que la información fue proporcionada a la policía catalana por uno de los cuatro detenidos en relación con los atentados de Barcelona y Cambrils (noreste español), Mohammed Houli Chemlal, en prisión provisional por orden judicial.
El sospechoso, que se ratificó al declarar ante el juez encargado del caso, explicó que los miembros de la célula yihadista le habían advertido de que los explosivos aún no estaban listos porque había que esperar a que se secaran.
Cuando estuvieran listos, los iban a trasladar en furgonetas para hacerlos estallar en varias iglesias, y hablaron de la Sagrada Familia como uno de los objetivos .
Obra maestra del arquitecto modernista catalán Antonio Gaudí (1852-1926), la Sagrada Familia es un símbolo de Barcelona, el monumento más visitado de la ciudad y uno de los templos cristianos más conocidos del mundo.
El detenido contó a los agentes que los yihadistas le dijeron que, según el islam, destruir monumentos estaba bien y lo convencieron de que, como era el más ignorante de todos en materia religiosa, no sabía que atentar era algo bueno.
Esto y otros indicios hicieron sospechar a los agentes que el grupo iba a cometer atentados mayores inminentemente, aparte del atropello masivo de Barcelona y el ataque de Cambrils (Tarragona), que causaron 15 muertos y más de cien heridos el jueves pasado.
Según los expertos, el explosivo que fabricaban los terroristas -triperóxido de triacetona (TATP)- se puede dejar secar durante unas horas para convertirlo en polvo y hacerlo más potente, pero también más inestable.
Conocido como la "madre de Satán", ha sido usado ya por la organización terrorista Estado Islámico (EI) en atentados cometidos en capitales europeas, y se puede preparar con materiales relativamente accesibles, como ácido sulfúrico, peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y acetona.
Los terroristas que atentaron en Cataluña compraron 500 litros de acetona entre los días 1 y 2 de este mes, lo que hace pensar que manipulaban el explosivo citado, casi tan peligroso como la dinamita.
Los expertos en la lucha antiterrorista apuntan que el calor pudo ser el factor determinante de la explosión que el miércoles pasado destruyó la vivienda de Alcanar (provincia catalana de Tarragona) donde los terroristas estarían fabricando los explosivos.
Dos terroristas murieron entonces, uno de ellos el imán Abdelbaki Es Satty, considerado el cerebro del grupo, mientras que Mohammed Houli Chemlal resultó herido.
Aparte, la célula terrorista utilizaba una masía (casa de labor) abandonada de Riudecanyes (otra localidad de Tarragona) para refugiarse o planificar acciones, según informaron a Efe fuentes próximas a la investigación.
Entre los escombros de la casa que explotó, la policía encontró hoy un cinturón de explosivos auténtico, no simulado como los que llevaban los terroristas que fueron abatidos días atrás.
Antes se habían hallado 120 bombonas de gas butano, los 500 litros de acetona, agua oxigenada, bicarbonato y una gran cantidad de clavos como metralla, según un auto del juez del caso.
También se descubrió un libro con el nombre del imán Es Satty, con una nota manuscrita en árabe dirigida a los integrantes del EI.
El ministro español del Interior, Juan Ignacio Zoido, negó hoy que la Policía Nacional y la Guardia Civil de España fueran alertadas por las autoridades belgas sobre este imán.
El alcalde del municipio belga de Vilvoorde, Hans Bonte, había asegurado el martes que comunicó a las fuerzas de seguridad españolas sus sospechas sobre Es Satty -que vivió en esa localidad en 2016-, aunque no mencionó a qué cuerpo policial se refería.
Zoido se reunió hoy con su colega de Francia, Gérard Collomb, en París. Las autoridades de ese país investigan el viaje relámpago de ida y vuelta de algunos terroristas a la región de París unos días antes de los atentados.
Por otro lado, el Gobierno regional de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona acordaron hoy reforzar la presencia policial en la ciudad, el aeropuerto, nudos ferroviarios y eventos multitudinarios, así como incrementar el uso de obstáculos móviles en zonas de gran concentración de público.
lsm