Viena.— Era la última noche antes de que iniciara el segundo confinamiento para combatir el coronavirus. Muchos vieneses decidieron disfrutarla con una cerveza en el bar, o con una cena, o la última función en la Ópera de Viena.
Alrededor de las 20:00 horas, la noche de libertad se convirtió en una pesadilla: atacantes comenzaron a disparar contra quienes estaban en terrazas, bares y restaurantes en pleno centro de la ciudad, a pocos metros de la Sinagoga Central de Viena.
De ahí, se desplazaron por el centro de la ciudad, ametrallando a quienes se encontraban en las terrazas de los locales.
El terror se extendió por horas. Los ataque se produjeron desde seis sitios diferentes. Tras ser abatido uno de los sospechosos, las autoridades advirtieron que al menos otro se dio a la fuga.
“Nunca nos dejaremos intimidar por el terrorismo y lucharemos contra esos ataques con todos los medios”, señaló el canciller austriaco, Sebastian Kurz, quien calificó lo ocurrido de “repugnantes ataques terroristas”. Los primeros en 35 años.
“No podemos decir aún nada del motivo. No podemos descartar un motivo antisemita, debido al lugar donde comenzó”.
Más cauto, el ministro del Interior, Karl Nehammer, dijo que fue un “aparente” acto terrorista.
De acuerdo con la emisora austriaca ORF, el sospechoso abatido llevaba un cinturón de explosivos, que la policía desactivó.
“Estábamos comiendo y bebiendo cuando oímos los tiros y al principio pensamos que eran fuegos artificiales, pero luego se oyeron más cerca y entonces la gente reaccionó con pánico”, relató a EFE Petra, una brasileña que estaba en un local de la zona cuando comenzó el ataque.
Otro testigo, el rabino Schlomo Hofmeister, dijo haber escuchado “un centenar de disparos” en los primeros instantes del ataque. “Al menos un atacante disparó contra la gente que estaba sentada delante de los bares y restaurantes. La gente salió en pánico corriendo hacia el interior pero el atacante la siguió y disparó también en el interior”, relató.
Cientos de personas se refugiaron en bares y restaurantes. En la Ópera de Viena y en salas de conciertos como la Konzerthaus o la Musikverein, cercanas al lugar de los hechos, miles que asistían a las últimas funciones antes del cierre de un mes impuesto por el Covid-19, tuvieron que quedarse encerrados durante horas hasta que se les permitió salir escoltados por la policía.
Pero a la medianoche, las autoridades dijeron que la alarma no había terminado, dado que al menos uno de los sospechosos huyó. Quedarse en casa fue la recomendación general.
El ejército fue desplegado para vigilar lugares clave de la ciudad, mientras los agentes emprendían la persecución.
República Checa también activó la vigilancia en su frontera con Austria, por si el o los agresores decidían cruzar.
El ataque se registró días después de que en Francia una persona atacara una iglesia ortodoxa en Niza, asesinando a tres, entre ellos a una mujer que fue decapitada. El pasado 16 de octubre un maestro francés también fue cercenado, luego de difundir imágenes del profeta Mahoma en una clase de libertad de expresión. A ambos agresores se les señaló como extremistas religiosos.
La emisora ORF citó a la firma SITE, que monitorea sitios web islamistas, y que mencionó que un yihadista aseguró que el ataque en Viena fue parte del cobro de la “cuenta” austriaca por formar parte de la coalición liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico (EI).
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condenó enérgicamente la serie “cobarde y horrible” de ataques perpetrados en el centro de Viena.
“Somos más fuertes que el odio y el terror”, escribió, por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien se mostró “conmocionada y triste por el brutal ataque”.El mandatario de Francia, Emmanuel Macron, se solidarizó con los austriacos y sentenció: “Nuestros enemigos sabrán con quién están tratando. No cederemos”.
El canciller Marcelo Ebrard expresó su solidaridad con Austria a nombre del gobierno de México. Hasta el momento no hay información de mexicanos afectados por la serie de ataques.