Más Información
“Es un día triste para la democracia”: Presidente del INAI reacciona a extinción del instituto; “dimos la batalla”, dice
Cae en EU “El Guacho”, yerno de “El Mencho”, líder del CJNG; había fingido su muerte para vivir en California
Comienzan las entrevistas de los aspirantes a la Fiscalía capitalina; Ulrich Richter promete ciudadanizarla y despresurizarla
El artículo de José Narro que hizo reaccionar a Sheinbaum; ¿qué dice y por qué lo calificó como “mucha ignorancia”?
Noroña habla sobre prórroga del INE para elección judicial; “Veo complicado que se mueva, pero lo resolveremos”, señala
Morena prevé reasignar entre 12 mil y 15 mil mdp en el PPEF 2025; no contempla recursos extras para la SSPC
Sheinbaum: “migrantes no deben ser tratados como criminales”; trabaja en estrategia para enfrentar deportaciones
A primeras horas de la mañana del lunes, un terremoto de 7,8 magnitud sacudió el sureste de Turquía y el noroeste de Siria, dejando un saldo hasta el momento de 1.300 muertos y miles de heridos. Más tarde un segundo sismo de 7,5 de magnitud azotó la misma región de Turquía. Estos son algunos testimonios de lo que ocurrió.
Eran las 04:17 hora local cuando Erdem, que dormía en su casa en Gaziantep, en el sur de Turquía, fue sacudido por uno de los terremotos más grandes en la historia del país.
"Nunca había sentido algo así en los 40 años que he vivido", dice. "Fuimos sacudidos al menos tres veces con mucha fuerza, como un bebé en una cuna".
La gente se subió a sus autos para escapar de los edificios dañados. "Me imagino que ni una sola persona en Gaziantep está en su casa ahora", dice Erdem.
Más de 200 km al oeste, en Adana, Nilüfer Aslan estaba convencido de que él y su familia morirían cuando el terremoto sacudió su departamento en el quinto piso.
"Nunca había visto algo así en mi vida. Nos balanceamos durante casi un minuto", relata.
"[Le dije a mi familia] 'Hay un terremoto, por lo menos muramos juntos en el mismo lugar'… Fue lo único que se me pasó por la cabeza".
Cuando el terremoto se detuvo, Aslan salió corriendo -"No podía llevarme nada conmigo, estoy parado afuera en pantuflas"- y descubrió que cuatro edificios que rodeaban el suyo se habían derrumbado.
Bajo los escombros
En Diyarbakir, 480 Km al este, la gente salió a las calles para ayudar a los rescatistas.
"Se escuchaban gritos por todas partes", le dijo a Reuters un hombre de 30 años. "Empecé a sacar rocas con las manos. Sacamos a los heridos con amigos, pero los gritos no paraban. Entonces llegaron los equipos [de rescate]".
En otra parte de la ciudad, Muhittin Orakci cuenta que siete miembros de su familia quedaron enterrados bajo los escombros.
"Mi hermana y sus tres hijos están allí", le dijo a la agencia AFP. "Y también su esposo, su suegro y su suegra".
Otro hombre en Pazarcık, una ciudad en el sur de Turquía cerca del epicentro, dijo que su familia se había despertado con fuertes sacudidas y que estaba esperando que amaneciera, en medio de una noche muy fría, para inspeccionar los daños.
Oleadas de heridos en Siria
En Siria, una gran cantidad de edificios se derrumbaron en Alepo, a unas dos horas en automóvil desde el epicentro del sismo.
Ziad Hage Taha, director de Salud, dijo que los heridos estaban "llegando en oleadas" tras el desastre.
Se estima que el número de muertos asciende a 470.
Los residentes locales describieron el miedo y la confusión provocadas por el sismo.
"Los cuadros se caían de las paredes dentro de la casa", le dijo a Reuters un residente de la capital siria, Damasco.
"Me desperté aterrorizado. Ahora estamos todos vestidos y parados en la puerta".
Un video en la ciudad de Azaz, muestra cómo los rescatistas logran salvar a un bebé de entre los escombros de un edificio destruido.