Estambul.— El terremoto que ayer sacudió las costas del mar Egeo ha dejado al menos 22 muertos, dos de ellos en la isla griega de Samos y los 20 restantes en la provincia turca de Esmirna, donde se han derrumbado unos 20 edificios.
El número de heridos en Turquía asciende a 786, según el último comunicado de AFAD, el servicio de emergencias turco, emitido poco después de la medianoche local.
Informaciones de hospitales locales indican que 23 de los heridos están en estado grave. Se estima que la cifra de víctimas probablemente aumentará, porque los equipos de AFAD, el servicio de emergencias de Turquía, ayudados por helicópteros y aeronaves no tripuladas, continúan la labor de búsqueda y rescate de numerosos ciudadanos que siguen atrapados bajo los escombros, según informó el servicio en su web.
El sismo, de 6.8 grados de magnitud y con epicentro en el mar Egeo, se produjo a las 11.51 GMT y se sintió en todo el Egeo y en la mayor parte de Grecia, así como en grandes zonas de Turquía occidental. Al menos cuatro bloques de pisos se han derrumbado por completo, y los expertos de AFAD trabajan en un total de 17 edificios en varios barrios de la ciudad de Esmirna, la tercera mayor de Turquía, con 4 millones de habitantes.
En la isla griega de Samos, que dista apenas 10 kilómetros del epicentro del seísmo, se han contabilizado dos muertos y ocho heridos. Los fallecidos son dos adolescentes de 15 y 17 años. Una de las víctimas mortales en Turquía es una mujer que fue arrastrada por un pequeño tsunami provocado por el seísmo, cuyo epicentro se halla a 17 kilómetros de Seferihisari, en la costa turca.