El gobierno de Estados Unidos anunció esta noche que canceló el beneficio del Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) para unos 5 mil nicaragüenses a partir del 5 de enero de 2019, lo extendió inicialmente hasta julio de 2018 para unos 57 mil hondureños y siguió sin pronunciarse si lo prorrogará o cancelará para unos 190 mil salvadoreños.
El TPS, con el que EU auxilia ante tragedias naturales o conflictos bélicos, concede residencia temporal en vez de permanente y permite trabajar legalmente en ese país, entre otras ventajas. Se prevén deportaciones masivas de nicaragüenses.
El Estatus, prorrogado varias veces, fue concedido por EU en 1999 a Honduras y Nicaragua para auxiliarles por el azote en 1998 del huracán Mitch. Los salvadoreños son favorecidos desde 2001 por un terremoto ese año en El Salvador; la extensión del Estatus se acepta o rechaza cada 18 meses, según la información oficial.
Miles de haitianos lo disfrutan tras el sismo de Haití de 2010. Otras naciones incorporadas son Nepal, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Siria y Yemen.
Las “condiciones sustanciales pero temporales causadas en Nicaragua por el huracán Mitch ya no existen, y por lo tanto, según el estatuto aplicable, el TPS actual la designación debe ser terminada”, anunció una declaración del Departamento de Seguridad Nacional (Interior) de EU.
“Para permitir una transición ordenada, la fecha de vigencia de la terminación del TPS para Nicaragua se retrasará 12 meses” a partir del 5 de enero de 2018, aclaró.
“Esto proporcionará tiempo para que las personas con TPS busquen un estatus migratorio legal alternativo en los Estados Unidos, si es elegible o, si es necesario, organizar su partida. También dará tiempo a Nicaragua para prepararse para el regreso y la reintegración de sus ciudadanos”, advirtió la declaración, suscrita por la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke.
“También determinó que es necesaria información adicional con respecto a la designación de TPS para Honduras, y por lo tanto no ha tomado ninguna determinación con respecto a Honduras en este momento. Como resultado de la imposibilidad de tomar una determinación, la designación de TPS para Honduras se extenderá automáticamente por seis meses a partir de la fecha de vencimiento actual del 5 de enero de 2018 a la nueva fecha de vencimiento el 5 de julio de 2018”, informó.
No obstante, dejó entrever que también lo cancelará. “Es posible que la designación de TPS para Honduras termine al final de la extensión automática de seis meses con un retraso apropiado”, anticipó.
Al reconocer “la dificultad que enfrentan” los nicaragüenses “y potencialmente ciudadanos de otros países” beneficiados con el plan por casi dos décadas, Duke instó al Congreso de EU “a promulgar una solución permanente para este programa inherentemente temporal”.
“Los nicaragüenses y hondureños con TPS deberán volver a solicitar documentos de autorización de empleo para poder trabajar legalmente en EU hasta el final de los períodos de rescisión o extensión respectivos”, precisó.
Los gobiernos de Honduras y de El Salvador lanzaron en las últimas semanas una intensa ofensiva diplomática en Washington para tratar de convencer a la administración del presidente Donald Trump de volver prolongar el TPS. Seguridad Interior destacó que el gobierno de Nicaragua no hizo ninguna solicitud de prorrogarlo.
Sobre el caso hondureño, Duke “concluyó” que pese a recibir aportes de un amplio espectro de fuentes, “es necesario tiempo adicional para obtener y evaluar información suplementaria relativa a las condiciones del país” en comparación con las condiciones que surgieron por impacto del huracán.
Los gobiernos de Honduras y El Salvador advirtieron reiteradamente que una cancelación del TPS podría provocar deportaciones masivas y tendrían un profundo y grave efecto negativo en esas naciones que dependen, en gran parte, de los dineros que sus ciudadanos envían anualmente desde EU.
El Banco Central de El Salvador reportó que de enero a septiembre de 2017, ese país recibió 3 mil 684, 5 millones de dólares en remesas familiares y la mayoría procedentes de EU, en un crecimiento de 347.3 millones de dólares o 10.4% sobre el mismo periodo de 2016. El total de 2016 fue de 4 mil 576 millones en 2016, 306 millones de dólares más que 2015.
El Banco Central de Honduras informó que las remesas, en su mayoría de EU, sumaron 3 mil 949 millones de dólares en 2016, frente a 3 mil 649 millones de dólares en 2015. De enero a junio de 2017 totalizaron 2 mil 178 millones de dólares, en un aumento interanual de 13.2%.
En este contexto, las condiciones de violencia, inseguridad y crisis económica en Honduras y El Salvador que generaron la migración desde hace varios años de salvadoreños y hondureños a EU siguen sin grandes cambios.
ml