Moscú.— El nuevo empeoramiento de la salud del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, ingresado en la enfermería de la cárcel en la que cumple dos años y medio de condena, llevó a sus partidarios a protestar frente a la prisión para que el político reciba asistencia médica cualificada.
“Si con Alexéi ocurre algo terrible, su muerte recaerá sobre su conciencia y la del [presidente ruso, Vladimir] Putin”, escribió Yulia Naválnaya, esposa del opositor, dirigiéndose al jefe de la cárcel en Instagram.
Después de que Navalni comunicara en las redes que se encontraba mal, el diario Izvestia informó que había sido trasladado a la enfermería del centro penitenciario número 2 de Vladímir. Navalni dijo que tenía 38.1 grados de fiebre y una fuerte tos. “Este hombre está gravemente enfermo”, alertó Olga Mijáilova, su abogada, quien culpó a la dirección de la prisión de la situación.
El opositor, al que la prisión volvió a denegarle la posibilidad de ser examinado por un médico independiente, contribuyó al pánico en las filas de sus correligionarios al escribir que tres de sus compañeros de dormitorio habían contraído tuberculosis. Su aliada, la doctora Anastasía Vasílieva, se mostró “muy asustada” por el deterioro de la salud del opositor, que se encuentra en huelga de hambre desde hace una semana, y recordó que “en todas las cárceles rusas hay tuberculosis”. “Es muy posible que haya contraído Covid-19. Puede ser tuberculosis”.
Partidarios del opositor ruso, incluidos médicos, fueron detenidos por la policía rusa frente a su colonia penitenciaria adonde llegaron para pedir información sobre el estado del activista.