Washington. Donald Trump y Joe Biden arrasaron en el Supermartes electoral en Estados Unidos, dejando claro que las presidenciales de noviembre serán una reedición de las de 2020, en las que el republicano perdió frente al demócrata.
Quince estados y un territorio estaban llamados a las urnas y en ninguno hubo sorpresas: uno por uno, los medios proyectaron a Trump y Biden como ganadores apenas poco después del respectivo cierre de los colegios electorales.
Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Vermont, Virginia, Utah, Samoa y las Islas Marianas del Norte celebraron primarias demócratas. Además, Iowa publicó los resultados del voto por correo.
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Los demócratas asignaban con esta convocatoria un total de mil 420 delegados. Biden llegaba a esta cita con 206, los conseguidos ya en Carolina del Sur, Nevada y Míchigan, y necesita alcanzar los mil 968 para garantizar su nominación en la convención de su partido este agosto en Chicago.
En el bando republicano se repartían 865 delegados. Antes del Supermartes, Trump contaba con 273 delegados frente a los 43 de Haley y había ganado en todas las primarias y 'caucus' que se habían celebrado, en estados como Iowa, New Hampshire o Carolina del Sur. La exembajadora ante Naciones Unidas sólo ganó el fin de semana en el Distrito de Columbia.
Aunque ni Trump ni Biden “amarraron” la nominación, es un hecho que no hay más candidatos que ellos, pese a todas las críticas que puedan desatar.
El magnate podría lograr su hipotética nominación matemática el 12 de marzo, donde se repartirán 161 delegados en primarias de estados como Georgia (59) o Washington (43). De no ser así, la alcanzará -salvo sorpresa mayúscula- el próximo día 19, donde se adjudicarán 414 delegados en las primarias de estados como Florida (125) y Ohio (79).
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Trump será el candidato pese a todos los juicios en su contra. Uno en Georgia por intentar alterar las presidenciales de 2020; otro en Washington DC por su participación en el asalto al Capitolio; otro en Nueva York por supuestos pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels; y otro en Florida por haber almacenado ilegalmente material clasificado en su mansión de Mar-a-Lago tras abandonar el poder.
Además, está pendiente que el Supremo celebre una audiencia la semana del 22 de abril sobre si Trump puede ser juzgado por injerencia electoral en las presidenciales de 2020 o si tiene inmunidad.
Sin embargo, en lugares como Carolina del Norte, los votantes republicanos afirman que todos los juicios son, como ha alegado Trump, una “cacería de brujas”, y se mostraron dispuestos a votar por él incluso si es declarado culpable.
Esos votantes no están en la mira de Biden. En cambio, sí lo están los republicanos que prefieren a Haley, o que afirman que no votarían por Trump si se convierte en el candidato. La campaña del mandatario demócrata pretende atraerlos girando un poco a la derecha en temas como migración, por ejemplo.
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