Sun City es el paraíso del jubilado en medio del desierto del estado de Nevada, una comunidad pensada para retirarse a disfrutar del sol y la tranquilidad, rodeado de campos de golf, piscinas y campos de tenis rodeado de mesetas. Los habitantes del complejo se mueven en carritos de golf, todos mayores de 55 años (requisito para formar parte del club) y con cierto nivel adquisitivo, y sin preocupación más allá de vivir los últimos años con tranquilidad.
Desde el lunes, sin embargo, Sun City descubrió que entre sus vecinos estaba Stephen Paddock, el autor del tiroteo más sangriento de la historia de Estados Unidos. La casa de Paddock se ha convertido en peregrinaje de curiosos y periodistas.
“Váyanse de aquí, estoy encabronado”, soltó uno de los vecinos del autor de la masacre. El lunes su calle estuvo inaccesible durante casi todo el día y el paso de los días no hizo que el ritmo de visitantes se redujera. “Esto es propiedad privada, llamaré a la policía”, amenazó. La policía, sin embargo, está allí de forma permanente. Dos furgonetas hacen guardia delante del 1372 de Babbling Brook Court, una calle sin salida, en semicírculo, compartida por cuatro vecinos. La única casa amarilla entre tonos verdes y rojizos era la de Paddock.
Una cinta amarilla de “escena del crimen” la rodea. La puerta metálica del garaje está tirada en el suelo, arrugada como papel usado: la entrada del estacionamiento está tapiada con maderas. No hay rastro de vida, más allá de un árbol solitario y una decena de arbustos. De fondo, cielo azul y desierto.
Sun City (la Ciudad del Sol) está en Mesquite, última población de Nevada antes de cambiar de estado y cruzar a Arizona, a unos 140 km al norte de Las Vegas. En 2015 Paddock se mudó allí desde Florida junto a Marilou Danley, su novia de origen filipino. Compró una casa por 369 mil dólares en el barrio de Providence, según un informe de Las Vegas Review Journal. De acuerdo con la página de la empresa inmobiliaria, la construcción no cesa en el complejo y se puede adquirir una vivienda por 199 mil dólares.
“Todo lo que no está en Las Vegas está aquí”, resume Larry LeMond, de 72 años, residente del complejo —en otro barrio— desde 2016. Él se trasladó de Hawaii a Mesquite por la promesa de “paz, nada de tráfico y muy poco crimen” que ofrecía Sun City. Pero el lunes, la apaciguada vida de miles de jubilados se vio alterada por furgonetas del FBI y policía, y el ruido constante de helicópteros.
“Es un lugar muy tranquilo. Los vecinos saben quién eres y lo único que haces es ir al centro de recreación y charlar con los amigos sobre cómo arreglar el mundo”, suelta el veterano de guerra, 35 años en la Marina y quien fue desplegado en la guerra del Vietnam.
Paddock, sin embargo, era diferente. Sus vecinos más cercanos comentaban que la vida de éste y su pareja era de mucha reclusión, sin mucho contacto con nadie. Uno de ellos confesó que, cuando vio su fotografía, no lo reconoció como habitante de su mismo lugar de retiro.
En el complejo de Sun City no hay ni supermercado. Para hacer las compras hay que salir de él, conducir cinco o 10 minutos, hasta un espacio comercial en la carretera que conecta Las Vegas con Arizona. Además de unos grandes almacenes y varios restaurantes y sitios de comida, existe una tienda particular: Guns & Guitars (Armas y guitarras).
Guns & Guitars es la tienda de armas más cercana a Sun City, y donde Paddock compró al menos uno de los rifles de su arsenal de 47 armas, de las cuales una docena trucó para convertirlas en armas automáticas.
Desde el lunes la tienda está cerrada. Christopher Sullivan, su propietario, lleva días sin responder al teléfono ni al correo electrónico, quizá tratando de esquivar tener que dar explicaciones o detalles sobre algo a lo que no tiene respuesta y que acabó con la serenidad de una comunidad fundada para la paz y tranquilidad de sus jubilados.