Nueva York.— La cantidad de periodistas que murieron en todo el mundo en represalia por su trabajo casi se duplicó en 2018 para sumar al menos a 34 víctimas, según un nuevo informe publicado ayer.
Esto es un aumento considerable desde los 18 profesionales que fallecieron como consecuencia de su trabajo en 2017, de acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés), una organización estadounidense sin fines de lucro que promueve la libertad de prensa.
El salto de este año refleja la muerte de 10 reporteros en Afganistán, así como la de cuatro periodistas en un ataque en junio al diario Capital Gazette, de Maryland, en Estados Unidos.
Unos 53 periodistas murieron en ejercicio de su profesión en todo el mundo desde el 1 de enero hasta el 14 de diciembre, incluidas las víctimas durante coberturas de combates u otras tareas peligrosas, lo que implica un aumento de 13% desde las 47 muertes en 2017, dijo el CPJ.
El comité también mencionó que la insuficiencia de las normas internacionales para proteger los derechos de los periodistas es otro motivo del aumento de los decesos.
El informe criticó la negativa del presidente estadounidense Donald Trump a responsabilizar al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, del asesinato del columnista del Washington Post , Jamal Khashoggi, a pesar de que un informe elaborado por la CIA concluye que Bin Salmán fue quien ordenó el crimen.
El CPJ dijo que la postura de Trump señala una peligrosa falta de protección a los reporteros.
El 62% de los periodistas muertos cubría política, algo que el informe consideró el golpe más peligroso.La semana pasada, el CPJ informó que un número casi récord de periodistas en todo el mundo están en prisión este año por su trabajo, incluidos dos reporteros de Reuters en Myanmar que habían hecho un reportaje sobre el éxodo Rohingya.