Madrid
.- Al menos 10 personas murieron en la isla española de Mallorca, después de que lluvias torrenciales provocaran inundaciones repentinas que dejaron a su paso vehículos apilados e infraestructura dañada debido a las crecidas de agua y lodo.
Dos ciudadanos británicos y una mujer holandesa estaban entre los fallecidos encontrados el miércoles, uno de ellas después de la lluvia, explicó una portavoz del servicio regional de emergencias.
La única persona que seguía desaparecida la tarde del miércoles era un niño de 5 años, que desapareció junto con su madre, cuyo cadáver fue encontrado por la Guardia Civil . Antes de que las inundaciones la arrastraran junto con su hijo, la mujer supuestamente logró sacar a su hija de 7 años de un vehículo, según una fuente no identificada de la Guardia Civil reportada por la agencia de noticias Europa Press.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez , dijo durante una visita a la costa oriental de la isla que el área afectada debería declararse "zona catastrófica" , lo que permite que se destinen fondos para la recuperación, reconstrucción y compensación para víctimas.
"No vamos a dar la espalda a la gente", dio Sánchez a la prensa. "Dada la envergadura de lo que ocurrió ayer, vamos a volcar todos los recursos para que puedan recuperar su día a día a la mayor brevedad posible, pero lo más urgente ahora mismo es encontrar a las personas que están desaparecidas", agregó.
Las autoridades dijeron que nadie recordaba una tormenta similar. La describieron como intensa y localizada en una estrecha extensión de terreno, lo que provocó que se desbordara un arroyo que atraviesa el centro del pueblo Sant Llorenc des Cardassar , a unos 60 kilómetros al este de Palma de Mallorca.
Videos grabados con teléfonos móviles por residentes locales muestran una fuerte corriente de agua y lodo que sepultó autos y arrancó árboles a su paso por las calles del pueblo de 8 mil habitantes.
Algunas personas quedaron atrapadas en las calles, incapaces de llegar a sus casas. Ángela Alfaro tuvo que pasar la noche en un albergue porque una sección del camino que lleva a Sant Llorenc colapsó. Cuando finalmente llegó a su casa el miércoles, lo único que encontró fue caos.
"Como me consta, todo lo he perdido",
dijo a camarógrafos de The Associated Press . "Esto parece el fin del mundo", añadió.
Ochenta soldados y siete vehículos de la Unidad Militar de Emergencias se desplazaron hasta la zona para unirse a los más de 100 rescatistas que trabajaron durante la noche, explicaron las autoridades. En total, más de 500 personas ayudaban con los operativos de rescate y limpieza, agregaron.
agv