Washington.— Estados Unidos anunció ayer que incluyó a los solicitantes de asilo con nacionalidad brasileña en su programa “Quédate en México”, que obliga a quienes pidan ese amparo a esperar en el vecino país mientras se resuelven sus casos.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, inglés) informó en un comunicado que desde ayer empezó a procesar a migrantes brasileños bajo ese programa, también conocido como Protocolos de Protección de Migrantes (PPM). “El número de ciudadanos brasileños que llega a la frontera sur se ha triplicado sólo en el último año”, añadió el DHS.
Esa estrategia migratoria cumplió justo ayer un año de que empezó a implementarse en la frontera de San Diego (California) con Tijuana (México) con su foco en los inmigrantes centroamericanos y desde marzo de 2019 se amplió a otros dos puntos fronterizos: Calexico, en California, y El Paso, Texas. La extensión de este mecanismo a lo largo de toda la frontera se acordó en junio del año pasado, luego de un acuerdo alcanzado por Estados Unidos y México que evitó que la administración de Donald Trump impusiera aranceles a todas las importaciones mexicanas. “Estados Unidos continúa trabajando con sus socios en la región, así como con otros países, para detener el flujo de migración irregular” hacia territorio estadounidense, indicó el DHS en un comunicado.
Según el DHS, “Quédate en México” no se limita a una “nacionalidad o idioma”. “Que los brasileños sean parte del programa muestra que el Departamento de Estado, junto a nuestros contrapartes mexicanos, han buscado ampliar el programa de una manera segura y responsable”, puntualizó la nota.
En el aniversario del plan, por el que cerca de 60 mil solicitantes de asilo en EU han sido devueltos a México, organizaciones citaron un informe de Human Rights First, que da cuenta de “816 casos documentados de secuestro, extorsión, violación, homicidio, tortura y agresiones violentas” sufridas por los solicitantes de asilo mientras aguardan en México.