El informe de un analista acústico estadounidense que concluyó que el submarino argentino ARA San Juan, con 44 tripulantes, sufrió un estallido fulminante, fue tomado como “un indicio más”, entre otras hipótesis por la Armada argentina, informó ayer el vocero de dicha corporación, el capitán de navío Enrique Balbi.
“No descartamos nada (...) pero al momento no hay nada concreto”, indicó el portavoz al ser consultado sobre el estudio del analista acústico Bruce Rule, publicado ayer por diarios de Buenos Aires.
Insistió en que la conclusión “no deja de ser un análisis de un especialista acústico sobre lo que pudo haber pasado”, señaló y aseguró que “al momento no hay nada concreto”.
Según el informe, el submarino con 44 tripulantes a bordo se precipitó verticalmente a una velocidad de 10 a 13 nudos (18 a 24 kilómetros por hora). El autor del estudio sostiene que el casco del submarino, de 65 metros de eslora y siete metros de diámetro, fue “completamente destruido en aproximadamente 40 milisegundos”.
“Este análisis, en su momento, lo publicó en un foro internacional que uno podía googlear”, indicó Balbi y agregó que la Armada “lo ha tenido en cuenta como los otros indicios que recibimos”.
A 25 días del último contacto con el submarino y ya descartada toda posibilidad de sobrevivencia de sus tripulantes, la búsqueda se concentra en dos imágenes captadas por un sumergible ruso capaz de rastrear a unos 6 mil metros de profundidad.
En tanto, la Armada aseguró que continúa con las operaciones de búsqueda del submarino que se concentran en un área llena de “canalones submarinos” que dificultan el trabajo de los sensores.
“La zona de búsqueda está eminentemente ubicada en lo que llamamos talud superior, talud medio”, similar a una “cordillera invertida”, tiene una pendiente de dos grados y “canalones” que pueden tener desde “una decena de metros hasta 200 metros” de profundidad, detalló el oceanógrafo Ariel Troisi durante un parte oficial.
La irregularidad del terreno empeora “el rendimiento de los sensores” y hace que haya “rebotes, falsos ecos”, añadió Troisi.
“Algunas cosas se pueden ver y de otra dirección quedan enmascaradas” y el sensor “puede encontrar un objeto compatible con lo que uno esta buscando y no ser lo que uno busca sino ser simplemente un afloramiento rocoso”, continuó.
En el mismo balance, el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, aclaró que en esa zona buscan un contacto, del que todavía no saben si es metálico o no y que “había sido corroborado como objeto a través del buque Cabo de Hornos”.
Balbi precisó que el operativo para encontrar al submarino es solamente de búsqueda y que su “reflotamiento” no forma parte de la labor que están llevando a cabo estos días. En las labores participan seis buques argentinos y extranjeros.