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El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, convocó una nueva reunión del gabinete de emergencia -más conocido como COBRA- en Downing Street, para abordar los desórdenes violentos que han sucedido a lo largo de esta semana.
Así lo confirmaron medios locales como la BBC, que consideran que varios ministros del Ejecutivo laborista así como portavoces y jefes de policía acudirán a esta reunión con el primer ministro por la noche, la segunda en 24 horas, después de la celebrada el lunes.
Tras finalizar el comité de emergencia, Starmer aseguró que los responsables de la violencia cargarán "con todo el peso de la ley" y anunció la creación de una unidad permanente de 400 agentes de policía especializados para lidiar con disturbios violentos como los acontecidos en la última semana y que, según los datos del Consejo de Jefes de Policía británico, acumulan unos 400 detenidos.
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Las protestas violentas, alentadas principalmente por grupos vinculados con la extrema derecha, continúan repitiéndose en las principales ciudades del Reino Unido desde hace una semana, incluida la capital, y solo este jueves hay organizadas unas 30 concentraciones en las inmediaciones de centros de inmigración del país.
La llama que prendió esta escalada de violencia en el país fue el acuchillamiento múltiple sucedido el 29 de julio en Southport, al noroeste de Inglaterra, en el que murieron tres niñas y donde ocho menores y dos adultos resultaron heridos después de que un joven de 17 años entrase en un centro recreativo de la localidad y atacase a los asistentes de un taller de yoga.
El autor del ataque, Axel Rudakubana, de 17 años, nacido en Gales de padres ruandeses, ha sido acusado del asesinato de las pequeñas e intento de asesinato de las otras 10 personas, pero el malestar de los grupos de ultraderecha aumentó al divulgarse en internet varios bulos que indicaban que el agresor era un solicitante de asilo que había cruzado en patera el Canal de la Mancha.
kicp/mcc