San José.— Cuando los peruanos acudieron el pasado 11 de abril a la primera ronda de las elecciones presidenciales de Perú, el abogado y analista político peruano Enzo Elguera, director ejecutivo de la empresa encuestadora privada Imasolu, de Lima, acertó sobre lo que ocurriría si era necesario dirimir hoy la disputa en una segunda vuelta.
El escenario de abril a junio estaría signado por la polarización, pronosticó Elguera ese día en una entrevista con EL UNIVERSAL, tras explicar que, más que entre izquierdistas y derechistas, la batalla de ese primer tiempo en un partido de dos quedó marcada entre conservadores y liberales.
En el primero fueron eliminados 16 candidatos y al segundo, ahora sí extrañamente definido entre derecha e izquierda, avanzaron Keiko Fujimori, con imagen derechista y con opción de convertirse en la primera mujer en ganar la presidencia de Perú, y Pedro Castillo, con rasgo de izquierdista y con posibilidad de transformarse en el primer sindicalista en obtener ese apetecido cargo.
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En entrevista con este diario, Elguera pintó un complicado panorama.
¿Qué significa esta polarización para el futuro peruano?
—Las elecciones en Perú definen el resultado de una división del país entre quienes apuestan por la continuidad del sistema y quienes intentan cambiarlo por su disfuncionalidad.
¿Cómo describe a los aspirantes?
—Son conservadores ambos candidatos. Pero termina siendo una campaña política plagada de miedos e información falaz para manipular las elecciones y como parte de una agenda política no reconocida.
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¿Quién es Castillo?
—Castillo no lleva las banderas tradicionales de la izquierda. Está en contra del aborto y del matrimonio con personas del mismo sexo. Pero aún más, se le ha buscado catalogar o relacionar a un utópico comunismo. Se le intentó relacionar con el terrorismo y el sistema en general se enfrenta a él, como medios, publicidad, grupos empresariales, etcétera.
¿Podrá Fujimori derrotar su pasado?
—Ella ha estado presa como medida de prevención y luego excarcelada. Su padre, Alberto Fujimori, es considerado como el presidente más corrupto de la historia del país, junto al [encarcelado] todopoderoso asesor Vladimiro Montesinos. Los temores evidentemente no son menores, pues en su momento Alberto Fujimori pretendió perpetuarse en el poder.
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Perú vive en una profunda inestabilidad política. ¿Qué prevé?
—Son enormes los temores de la población peruana a los que nos enfrentamos en la búsqueda de preservar nuestra democracia con justicia social, que poco vimos funcionar o fue inclemente con las diferencias sociales e indiferente con los ciudadanos de ‘segunda clase’.
Son aquellos que no tienen servicios básicos, a los que el Estado ignoró y mantuvo alejados de sus derechos fundamentales y con lo que los grandes capitales del país poco hicieron de manera solidaria y empática. En la pandemia [del coronavirus] se terminó incrementando la pobreza de manera desproporcional y calamitosa, junto al descrédito de la clase política y su ausencia de auténtico liderazgo.