Helsinki.— El izquierdista Partido Socialdemócrata (SPD) y el ultranacionalista Verdaderos Finlandeses resultaron prácticamente empatados en la elección general de ayer en Finlandia, reflejando una creciente sensación de inseguridad en el país nórdico debido a la inmigración y el bienestar social.
Los opositores socialdemócratas consiguieron 17.7% de los votos, mientras que el euroescéptico Verdaderos Finlandeses sumó 17.5%, según los resultados finales publicados por el Ministerio de Justicia. El Partido del Centro, del primer ministro Juha Sipila, y el centroderechista Partido de la Coalición Nacional sumaron 13.8% y 17%, respectivamente.
El líder socialdemócrata finlandés, Antti Rinne, dijo: “Por primera vez desde 1999, los socialdemócratas somos el partido del primer ministro”. “No esperaba este resultado, nadie esperaba algo así”, dijo el líder de la ultraderecha, Jussi Halla-aho. El premier Sipila fue lapidario: “Somos los mayores derrotados de este elección”.
Las negociaciones para formar gobierno pueden ser complejas, porque hay cuatro fuerzas con grandes bloques parlamentarios y haría falta una alianza de tres de ellas para lograr la mayoria de 101 escaños. La derecha y la izquierda dicen que no quieren colaborar con la extrema derecha. Los Verdaderos Fin- landeses lograron movilizar una base electoral desinteresada en la política. El tema de la inmigración los ubicó en el primer plano.