San José.— Encaramado en la cresta de popularidad que ganó con la irrupción policial ecuatoriana a la Embajada de México en Quito y en choque contra las mafias mexicanas y colombianas del narcotráfico, el presidente de Ecuador, el derechista Daniel Noboa, se someterá mañana a una prueba en las urnas que definirá el futuro de su gobierno de 18 meses.
Noboa designó ayer como enemigos públicos de Ecuador de “primer nivel” a dos capos de las drogas ilícitas: el mexicano Ismael El Mayo Zambada, líder del Cártel de Sinaloa —uno de los más fuertes de México— y el colombiano Giovanny Araña Rojas, jefe de una disidencia de la disuelta guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Zambada, Rojas y nueve ecuatorianos —cinco de “segundo nivel” y cuatro de tercero— son “Objetivos militares de grupos terroristas”, anunció el gobierno de Ecuador.
La designación ocurrió en vísperas de que el pueblo ecuatoriano acuda mañana a una consulta popular y a un referendo y dirá Sí o No a un crucial paquete en su mayoría de seguridad impulsado por Noboa.
De ganar mañana como promotor del Sí, Noboa podría impulsar leyes para enfrentar a los principales cárteles de México, como De Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), y a mafias de Colombia, Albania y los Balcanes que en el siglo XXI convirtieron a Ecuador en una de las principales bases mundiales del contrabando de drogas (en especial cocaína) a Centroamérica, México, EU, Europa, Asia, África y Oceanía.
“El gobierno de Noboa es de transición. No se consulta su popularidad. Si gana el Sí ayudará mucho a este gobierno y al próximo a soportar la crisis”, alegó el legislador ecuatoriano Ramiro Vela, miembro de la Asamblea Nacional (Congreso unicameral) por la derechista y gobernante Acción Democrática Nacional (ADN). “El momento en que vivimos es importante: un estado de conmoción y de conflicto armado interno, una guerra interna al narcotráfico, a narcoguerrillas, al terrorismo y a la delincuencia organizada”, dijo Vela a EL UNIVERSAL.
“Ecuador lamentablemente llegó a un punto en el que nos convertimos en el país con más muertes violentas de América Latina, por lo que estamos en esa conmoción”, dijo.
En un país de unos 18 millones de habitantes, unos 13 millones podrán responder mañana a 11 preguntas sobre extraditar a ecuatorianos, fin de dominio de bienes de los criminales, trabajo militar y penitenciario, legislación penal, armas, municiones, explosivos, migración, casinos, salas de juego, arbitrajes externos y reformas laborales, entre otros. Una victoria del No bloquearía el futuro de la presidencia de Noboa. El gobernante se someterá al electorado al amparo del apoyo popular que captó luego de que, el 5 de este mes, ordenó invadir la embajada, extraer y arrestar al exvicepresidente izquierdista Jorge Glas.
De inmediato, México rompió relaciones diplomáticas por ese acto con Ecuador, que rechazó una decisión mexicana de ese día al conceder asilo a Glas. Con sentencias pendientes por corrupción, Glas adujo ser inocente y perseguido político y en diciembre de 2023 ingresó a la embajada y pidió asilo. Noboa cosechó ganancias políticas con el aval popular al operativo en la embajada. En paralelo el país siguió hundido en una severa inseguridad con violencia indiscriminada. Noboa decretó el 9 de enero el “conflicto armado interno” para combatir a 22 organizaciones delincuenciales “terroristas”.
“Ecuador se juega [mañana] estar con la patria o con las mafias en el combate a la delincuencia”, adujo el asambleísta Camilo Salinas, jefe de la fracción en la Asamblea del opositor centroderechista Movimiento Construye, a veces afín al gobierno. “La popularidad aplaudió la acción [en la embajada]. Se sacó a un delincuente. Los gobiernos ecuatorianos utilizan estas consultas para medir popularidad, pero la consulta es del pueblo más que del gobierno. Y hay que estar preparados para las elecciones de 2025”, relató Salinas a este diario, al declararse a favor del Sí.
En defensa del No, el asambleísta ecuatoriano Blasco Luna, de Revolución Ciudadana (RC), bloque legislativo opositor y fiel al prófugo expresidente izquierdista ecuatoriano, Rafael Correa (2007-2017), planteó a este periódico que “en la consulta popular lo que busca el gobierno es darse un baño de popularidad y de legitimidad”. “Esperamos que la ciudadanía reflexione sobre lo que está pasando en Ecuador. Con el pretexto de la seguridad, [el gobierno en la consulta] va por la precarización laboral o por resolver litigios de Ecuador en instancias internacionales que incrementarían la deuda externa para obligar a que el país pague en desmedro del bienestar de los ecuatorianos”, aseveró. “La ciudadanía va dándose cuenta de que ha sido engañada y Noboa le ha incumplido con sus propuestas de gobierno y lo mínimo es que esa ciudadanía le dé un rechazo al gobierno”, subrayó.
Como presidente de transición, Noboa cumplirá el martes el quinto de sus 18 meses de mandato, que completará en mayo de 2025 al cerrar el cuatrienio del centroderechista Guillermo Laso, que dimitió en 2023 luego de dos años. En comicios anticipados, Noboa ganó en dos rondas en 2023 y aspirará a competir en las de 2025.