Miami.— La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reportó ayer un asesinato y “múltiples agresiones” a periodistas en México desde noviembre de 2023, lo que vuelve a situar al país como “uno de los más riesgosos” para la profesión.
En un informe hecho público con motivo de su reunión de medio año, la SIP se refirió al caso del fotoperiodista de El Heraldo de Juárez Ismael Villagómez, quien fue asesinado a balazos el 16 de noviembre de 2023 en Ciudad Juárez (fronterizo estado de Chihuahua).
Se dedicaba a informar de “temas urbanos y sobre migración” y, según la SIP, la dirección del medio desconocía que existieran amenazas de muerte en su contra.
A este hecho se suma el ataque contra el director de Noticias de Cuautla, Andrés Salas, ocurrido en esa ciudad del estado de Morelos el pasado 13 de febrero, cuando se encontraba dentro de su vehículo.
El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de México tiene aún pendiente revisar su caso. Por otra parte, el conductor de noticias de Guadalajara Jaime Barrera fue secuestrado “por un grupo de entre tres y cuatro personas que portaban armas largas”, según informó la fiscalía del estado de Jalisco, centro del país.
“Fue liberado 48 horas después y dijo que los secuestradores le advirtieron de que él y sus colegas no deben reportar casos relacionados con el crimen organizado”, detalló en su reporte la SIP.
Si bien el crimen organizado y los “factores de poderes políticos locales” son las fuentes principales de inseguridad para los periodistas, la Sociedad Intermaericana de la Prensa también llamó la atención sobre el discurso “en contra de la prensa” del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
“A unos cuantos meses de dejar el poder, [López Obrador] ha radicalizado su discurso antimedios”, denunció la SIP, diatriba que ha estado presente a lo largo de todo su sexenio. Muestra de ello fue la controversia entre López Obrador y el periódico The New York Times a raíz de un reportaje publicado en febrero pasado que vinculaba el financiamiento de su campaña electoral en 2018 con el narcotráfico a partir de una investigación de Washington, ahora cerrada, que involucró también a los hijos del mandatario.
En una conferencia a finales de febrero, el Presidente exhibió “en represalia” el número de teléfono de la jefa del periódico estadounidense en México, Centroamérica y el Caribe, Natalie Kitroeff. Además, la SIP relató el caso de la exreportera de Radio Fórmula Laura Brugés, que, según la organización gremial periodística, fue despedida tras aparecer en la sección Quién es quién en las mentiras de la semana de la conferencia diaria de López Obrador. “Se aludió a ella como una periodista que tiene una campaña crítica en contra del Presidente”, señaló el informe de la SIP. En opinión de la SIP, la prensa es “estigmatizada” diariamente por el Mandatario “con acusaciones de corrupción” y a modo de “represalia” por ser crítica con el Ejecutivo.