Bruselas.- La canciller alemana Angela Merkel se retira en un momento en el que la Unión Europea (UE) necesita más que nunca de su pragmatismo y talento como mediadora.
Los desafíos heredados por la pandemia de Covid-19 son múltiples y para superarlos la UE requiere de la sintonía al interior del bloque.
A la crisis de coronavirus se suman otros retos como la transición digital, el cambio climático, los flujos migratorios y un vecindario cada vez más inestable por comportamientos impredecibles de actores de peso como Rusia y Turquía .
Asimismo la tensión crece entre dos titanes, China y Estados Unidos , este último, un aliado que sigue acumulando incidentes en perjuicio de la confianza Atlántica, incluso cuando Donald Trump no está más en la presidencia estadounidense.
“ Merkel desempeñó un papel crucial en la política europea en los últimos años, especialmente dentro del Consejo Europeo [máximo órgano de decisión de la UE] fue importante para mediar ante estancamientos políticos, incluso durante muchas crisis y, más recientemente, en los programas de recuperación de Covid-19”, dice a EL UNIVERSAL Johannes Greubel, experto del centro de estudios European Policy Centre (EPC) con sede en Bruselas.
“De manera que su partida se sentirá, también en ese nivel, especialmente porque los desafíos son grandes. Se necesita liderazgo a nivel europeo”.
Varios líderes alzarán la mano y tratarán de apuntarse para ocupar la vacante que deja Merkel. Desde la periferia lo intentará Mario Draghi y Pedro Sánchez , en Italia y España, y en el centro y norte, el premier holandés Mark Rutte , quien hereda el título de político más veterano en el Consejo Europeo; y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Greubel sostiene que todos tratarán de proyectarse como un importante líder europeo, aunque las luchas que enfrentan algunos de ellos a distintos niveles podrían impedirles alcanzar su objetivo.
“Rutte está luchando actualmente por formar un nuevo gobierno, mientras que Von Der Leyen pierde en Merkel un fuerte aliado y partidario, y no necesariamente ese apoyo encontrará en un gobierno alemán liderado por los socialdemócratas SPD”.
En la lucha de poder por llenar el vacío heredado por Merkel, también se anota el mandatario francés Emmanuel Macron, quien aparenta portar la carta más sólida.
Al mandatario galo se le presenta una oportunidad dorada para materializar sus aspiraciones de liderazgo europeo, objetivo proyectado desde la campaña que lo llevó al Eliseo en 2017. Macron ha permanecido bajo la sombra de Merkel y sus iniciativas europeístas no han prosperado por falta de ambición en Berlín.
Gaspard Estrada
, politólogo de la Universidad Ciencias Po , en París, asegura que el jefe del gobierno francés tiene a su favor el calendario, el 1 de enero asumirá la presidencia semestral de la UE, función dotada con un presupuesto de 100 millones de euros.
Además, en la primavera de 2022 deberán presentarse las conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa , foro diseñado para configurar el proyecto comunitario del mañana con base en las inquietudes ciudadanas.
“Macron va a querer usar eso como trampolín [hacia ese liderazgo]. Además, usar a Europa como tema central de campaña es pertinente, porque es algo que en la segunda vuelta de las presidenciales pasadas marcó la diferencia”, dice a este diario.
Sin embargo, considera que Macron no tiene vía libre para materializar sus aspiraciones, se va a topar con la dinámica de la política francesa de cara a las elecciones presidenciales de abril.
“Macron va a estar inmerso en su campaña de reelección, va a hablar mucho de Europa pero en el fondo lo que está buscando el voto de los franceses”.
También sus tiempos estarán marcados por la dinámica alemana. El resultado apretado entre los socialdemócratas (SPD) y democristianos (CDU) genera incertidumbre sobre los tiempos de formación del gobierno entrante, esencial para el eventual relanzamiento del motor francoalemán y la concretización de iniciativas a escala comunitaria.
Como resultado de estas dinámicas, Gaspard concluye que “habrá muchas palabras, pero nos vamos a quedar en temas de campaña . Habrá que esperar hasta el segundo semestre del 2022 para ver si realmente hay una transformación.
“Por el momento no hay grandes iniciativas que se puedan tomar con este escenario nublado, tanto de un lado como el otro”.
Luego de cuatro mandatos, Merkel anunció que entregará las llaves de la Cancillería que recibió en 2005. El sucesor saldrá de las negociaciones que iniciaron tras los comicios legislativos del 26 de septiembre.
El candidato de la oposición de centro izquierda , el socialdemócrata Olaf Scholz, lleva la mano en las pláticas, al imponerse por la mínima, con menos de 2%, ante el partido de Merkel y su candidato, Armin Laschet.
Greubel sostiene que la salida de Merkel abrirá una ventana de oportunidad para que otros actores europeos desempeñen un papel más protagónico en el tablero comunitario, incluyendo Macron , Sánchez , Draghi y el entrante canciller alemán.
“Pero será difícil para cualquiera igualar sus 16 años de experiencia, contactos diplomáticos y habilidades de negociación.
“Ninguno de ellos tiene el centro de gravedad política para seguir los pasos de Angela Merkel de inmediato y por sí mismos”.
Afirma que para trascender, los líderes europeos requieren avanzar juntos. Un fuerte eje francoalemán, acompañado de la sólida cooperación de los líderes experimentados del sur, Draghi y Pedro Sánchez , sería fundamental para proyectar la Europa del futuro.
“Así que probablemente veremos un liderazgo conjunto entre unos pocos actores, en lugar de un solo líder europeo”.
Lee también: Angela Merkel: las elecciones que ponen fin a una era de 16 años en Alemania