Washington.- El gobernador saliente de Michoacán, Silvano Aureoles , terminó una gira por Estados Unidos en la que quiso alertar de la deriva en la que, en su opinión, está cayendo México, con un partido gobernante que a su parecer se está convirtiendo en un “narcopartido” y que, de seguir así, el país podría ver cómo “en 2024 el presidente de México lo va a imponer la delincuencia organizada ”.
“Es importante que la comunidad internacional esté alerta de lo que está sucediendo en México porque si no logramos llamar la atención y que haya la presión suficiente de la comunidad internacional, en el 2024 el presidente de México lo va a imponer la delincuencia organizada”, dijo el líder perredista en conferencia en un céntrico hotel de Washington.
“Es un grito a tiempo porque lo que hicieron en el 2021 lo van a querer replicar en el 2022, que tenemos elecciones en seis estados de la República”, añadió. La conferencia se produjo el mismo día que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, con quien Aureoles se reunió el martes, anunció que dio positivo al Covid-19 .
Aureoles dedicó gran parte de los días en Washington a reunirse con organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la OEA, así como funcionarios del departamento de Estado y el congresista demócrata Adam Schiff, presidente de la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes, para presentarles y entregarles las pruebas que dice tener sobre la intromisión de los grupos delincuenciales en las recientes elecciones de junio.
“Fue una narcoelección, esa es una afirmación categórica, donde los grupos del crimen organizado operaron e indujeron a través de amenazas y presiones para que los electores votaran por el partido del presidente, por Morena”, dijo, acusando a López Obrador de dejar que los grupos criminales actuaran “a sus anchas” para ganar municipios y estados para controlar el territorio donde operan.
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El todavía gobernador de Michoacán se niega a hacer públicas las pruebas que dice tener para no afectar la vida de aquellos que pudieran verse involucrados. En tanto, a los periodistas solo mostró un par de videos de supuestos líderes de bandas criminales instando y casi exhortando a votar por candidatos de Morena, así como actas de casillas de votación en las que todos los votos emitidos fueron exclusivamente a candidatos del partido del presidente López Obrador.
No obstante, Aureoles reconoció no tener pruebas concretas sobre un posible pacto o colusión entre Morena y el crimen organizado : solo las sospechas de unos resultados que, por ejemplo, en su estado “estaba muy cerrada la elección, y de repente el día de la elección se dispara la diferencia”, algo que, para él, es una muestra de “cómo operan las bandas criminales”.
“Está cada vez más frecuente la injerencia del crimen en estas cosas, pero no tengo elementos para decir que sí actuaron aquí o allá, sino así se movieron en ciertas entidades”, afirmó; también mencionó el caso de Alfonso Durazo en Sonora: “no puedo acusar a Durazo que él esté vinculado, de lo que sí estoy seguro es que la delincuencia le ayudó a ganar (...) porque así operan las bandas delincuenciales”, aseguró, aunque rápidamente aceptó que “es una suposición porque no tengo elementos” que lo puedan comprobar.
“Será difícil probar que el dirigente nacional de Morena acordó con tal o cual grupo criminal, pero lo que sí es cierto es que lo usaron, como partido y a sus candidatos, para hacerlos ganar en estos procesos electorales”, resolvió.
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A pesar de eso, las pruebas que dice tener sobre el comportamiento de las bandas criminales en la vida política mexicana parecieron tener un buen recibimiento de aquellos con los que las compartió, especialmente del congresista Schiff, que según explicó quedó “muy atento” a la información recibida e hizo expresiones de “qué grave es lo que está sucediendo”. Incluso habría dicho que esas pruebas “sacudirán la política estadounidense”.
Aureoles está convencido, por sus datos y análisis, que los grupos criminales “usaron” a Morena y a sus candidatos para hacerlos ganar, una selección que en su opinión tomaron porque AMLO “tolera a los grupos (criminales), los consiente y es omiso ante lo que hacen”. En ese sentido, incluso se atrevió a decir que el viaje del presidente este fin de semana a Sinaloa servirá para “imagino dar las gracias por el apoyo obtenido” a los cárteles.
Sin embargo, el gobernador michoacano confesó que sus reflexiones son suposiciones, ya que “no tengo las pruebas para decir que el presidente tiene un pacto con grupos criminales: sólo lo que vemos, lo que es público”.
Eso no evitó que dijera que “Morena se está convirtiendo en un narcopartido, (ya sea porque) hay una colusión de sus dirigentes o el narco escogió a Morena como instrumento (…) Si el presidente les deja hacer lo que quieran, entonces pues ellos dice este partido es el que nos sirve para poder controlar los territorios y controlar las entidades federativas”, resumió.
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Ese es el principal riesgo que ve Aureoles y que está denunciando: el “atentado a la libertad ciudadana”. “No ando litigando una elección (...) alerto sobre la pérdida de la libertad ciudadana cuando grupos armados, del crimen organizado, amenazan y obligan a la gente a votar por el partido que ellos han escogido, el candidato que ellos han determinado”, resolvió, un asunto que se convierte en tema de seguridad nacional.
Colocar sus denuncias en el escenario internacional es, para Aureoles, la única forma de intentar que cambien las cosas. “Ando recorriendo las instancias porque en México no va a tener eco lo que estoy diciendo”, dijo, en el entendido que “es un secreto a voces que (AMLO) en México no escucha a nadie: entonces tendrán que ser los organismos multilaterales”.
Sin embargo, el propio Aureoles asumió que no espera una declaración o acción del gobierno de Estados Unidos en el corto plazo, ya que toda la atención con México está puesta en el reto compartido de la migración. Si bien los funcionarios fueron “muy receptivos” y responden que “es terrible lo que está pasando en México”, hasta el punto de “encenderse los focos rojos”, “hay cierta reserva ahorita, porque están trabajando con México la posible reforma migratoria. (...) Hay prudencia, pero noto que está todo registrado acá (...) Se está registrando”.
Para Aureoles, AMLO “no es un Presidente de izquierda, vive en una burbuja, en una fantasía: su verdadero rostro es el de un populista, no un estadista o un presidente”, y “habría que darle una sacudida para que se dé cuenta que el riesgo en el que está amparado el país es muy fuerte, el peligro en el que está, y que tiene que modificar su ruta al principal problema que hoy tienen los mexicanos que es la inseguridad y la violencia”. El michoacano recordó que en los 30 meses de mandato de AMLO ya ha habido en el país 92 mil asesinatos acumulados, además de miles de desaparecidos. “Es solamente una señal de que hay un fracaso de estrategia”, concluyó.
A los críticos que le acusan de estar armando un “show” y jugar un papel de víctima por si es acusado de delitos una vez deje el cargo el septiembre, Aureoles les respondió que hace este ejercicio de denuncia porque para él “es un asunto de primer orden el riesgo en el que está la democracia mexicana, la pérdida de la libertad ciudadana y el riesgo de la seguridad nacional. Yo no me puedo imaginar en el 2024 un presidente impuesto por el crimen”, reiteró.
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