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San José.- Por negarse a repudiar a Hamas por los ataques terroristas contra el pueblo israelí y por comparar los ataques del gobierno de Tel Aviv en la Franja de Gaza con las atrocidades sobre los judíos cometidas por el régimen nazi de Adolfo Hitler, el presidente de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro, entró en un fuerte conflicto político y diplomático con Estados Unidos e Israel.
El enfrentamiento, que se mantuvo esta semana en el rango de cruce de ataques verbales o en cuentas de X (antigua Twitter), podría dañar los nexos Bogotá-Washington, ya que Colombia fue repetidamente definida desde 2021 por el presidente de EU, Joe Biden, como “la piedra angular” de la política de la Casa Blanca en América Latina y el Caribe.
La diplomática e historiadora judía estadounidense Deborah Lipstadt, enviada especial de EU para el Monitoreo y Combate del Antisemitismo del Departamento de Estado y autora del libro La Negación del Holocausto, de 1993, lanzó este jueves un contundente mensaje de reclamo a Petro.
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“Nos consterna ver” a Petro “comparar al gobierno israelí con el régimen genocida de Hitler. Condenamos enfáticamente las declaraciones del presidente Petro y le pedimos que condene a Hamas, una organización designada como terrorista, por su bárbaro asesinato de hombres, mujeres y niños israelíes”, planteó.
La solicitud fue reproducida ese mismo día por la embajada de EU en Colombia en su cuenta en X. Numerosos colombianos comentaron en la cuenta de Lipstadt que las opiniones de Petro tampoco representan a Colombia ni a sus habitantes.
“Ya estuve en el campo de concentración de Auschwitz y ahora lo veo calcado en Gaza”, aseguró Petro el lunes en X en referencia al sitio en Polonia operado por los nazis para el exterminio mayoritariamente de judíos en la Segunda Guerra Mundial (1939—1945) para ejecutar la política de antisemitismo de Hitler (1889-1945) en su régimen de 1933 a 1945 en Alemania y de ocupación militar de otros países de Europa.
Ante la nueva guerra que estalló el 7 de este mes con el sorpresivo y masivo ataque contra Israel lanzado por Hamas, fuerza paramilitar palestina acusada de terrorista y que se declara nacionalista e islamista, Petro entró a un intercambio de mensajes en X con el embajador israelí en Colombia, Gali Daga.
Desde el mismo sábado, Petro evitó marcar diferencia entre los palestinos y Hamas o Movimiento de Resistencia Islámica creado en 1987 para crear un estado islámico en la región de Palestina que, con Jerusalén como capital, incluiría los actuales territorios de Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza y la eliminación del estado israelí, creado en 1948. El Estado de Palestina fue creado en 20112, pero se remonta a 1988.
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Petro defendió el sábado en X “el derecho de los dos pueblos (israelí y palestino) a existir libres” y publicó 64 fotografías de lo que describió como “niños palestinos asesinados por la ocupación ilegal de su territorio” por parte de Israel.
“Ningún demócrata en el mundo puede aceptar que Gaza sea convertida en un campo de concentración. Los campos de concentración son prohibidos por el derecho internacional y quienes los desarrollen se transforman en criminales de lesa humanidad”, adujo Petro el lunes en X. Petro fue severamente cuestionado por apoyar la causa palestina y sin repudiar a Hamas por el terror, los asesinatos y la toma de rehenes civiles en su actual ofensiva bélica.
El embajador Daga instó el sábado a Petro a condenar el ataque inesperado de Hamas
Siempre en X, y sin citar los la muerte de civiles inocentes en Israel por la incursión de Hamas, Petro le contestó al diplomático israelí: “Terrorismo es matar niños inocentes, sea en Colombia, sea en Palestina. El mundo se los ha pedido y mi gobierno también. Les solicito a Israel y Palestina ir a una mesa a negociar la paz y que se permita la existencia de dos estados y dos naciones libres y soberanas; Israel y Palestina”.
Al responderle que “en las manos del ejército terrorista de Hamas más de 100 ciudadanos israelíes fueron secuestrados de sus hogares”, Daga detalló que los rehenes son adultos mayores, jóvenes y niños. También aportó una fotografía de una israelí y sus dos hijas que están secuestradas en poder de Hamas.
“Ayúdenos señor presidente, juntos con la comunidad internacional, para que esta bella familia y todos nuestros rehenes secuestrados regresen a sus casas lo más pronto que posible”, pidió.
En su respuesta, Petro finalizó el cruce de mensajes con Daga al aducir que el gobierno colombiano “está por que no haya ni un solo rehén en todo el territorio de Palestina e Israel”.
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La polémica sobre la decisión de Petro de abstenerse a condenar al terrorismo de Hamas remitiría a un conflicto vigente en Colombia: terrorismo, palabra que emergió como pieza clave del futuro inmediato colombiano.
En busca de la paz total o completa de Colombia, Petro impulsa un diálogo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), fundado en 1964, última guerrilla comunista colombiana y latinoamericana y calificado en 2001 por Estados Unidos y en 2004 por la Unión Europea como fuerza terrorista global.
Petro le concedió rango legal de “organización política armada rebelde” al ELN en febrero de este año en una fase de negociaciones en México del gobierno con esa organización rebelde. El ELN rechazó el calificativo de Washington y de Europa de ser terrorista.
En enero de 2019, el entonces presidente de Colombia, el centroderechista Iván Duque, suspendió las negociaciones de paz con el ELN luego de que este movimiento insurgente admitió haber asesinado a 22 cadetes en un ataque terrorista con bomba que ejecutó contra una escuela policial en Bogotá.
El ELN alegó reiteradamente que sus fuerzas sufrieron permanentes incursiones de las fuerzas militares y policiales gubernamentales que dejaron numerosas bajas. El ELN fue repetidamente ligado a acciones terroristas contra instalaciones petroleras y otros objetivos en Colombia en el transcurso de sus casi 60 años de existencia.
Al romper el diálogo con esa guerrilla, Duque pidió a EU reinsertar a Cuba en la lista estadounidense de países terroristas por albergar a la cúpula del ELN. Cuba rechazó esa acusación.
La pacificación está incompleta en Colombia. El gobierno colombiano firmó en noviembre de 2016 la paz con otra guerrilla comunista, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ya disuelta y que también fue acusada de cometer actos terroristas.
