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El abogado de la familia de Shamima Begum, una colegiala británica que se escapó a Siria en 2015 para unirse al autodenominado Estado Islámico, informó este domingo que la joven "dio a luz".
Esta semana, Begum le dijo al diario británico The Times, desde un campamento de refugiados en el norte de la nación del Medio Oriente, que quería regresar a Reino Unido para tener y criar a su tercer hijo.
Begum, de 19 años, dijo que ya había tenido dos hijos mientras se encontraba con el grupo extremista, pero ambos murieron.
El abogado de la familia, Mohammed Tasnime Akunjee, indicó que "habían sido informados" que tanto ella como el bebé, un niño, se encuentran en "buen estado de salud".
"Como no tenemos contacto directo con Shamima, esperamos establecer comunicación pronto con ella para poder verificar esa información", señaló Tasnime Akunjee en un comunicado que se puede leer en Twitter.
La BBC no ha podido confirmar a través de otra fuente que Begum estuviera embarazada y hubiera dado a luz.
"No me arrepiento"
Su familia, en Inglaterra, le ha pedido a las autoridades que le permitan regresar a Londres, pero ha habido críticas por la falta de remordimiento de Begum tras unirse a la organización radical acusada de cometer crímenes atroces en los territorios que controlaba y que ha reconocido haber cometido atentados en ciudades europeas.
https://twitter.com/MohammedAkunjee/status/1097078696765210624
Tras la entrevista con The Times, la joven le dijo al canal de televisión Sky News, desde el campamento de refugiados, que "muchas personas deberían solidarizarse con ella".
"Yo no sabía en lo que me estaba metiendo cuando me fui", dijo.
Aseguró que "en cierta forma" cometió un error por haberse ido a Siria, pero añadió: "No me arrepiento porque me ha hecho más fuerte".
El debate
Tasnime Akunjee le dijo a la BBC que la familia fue informada del nacimiento por un traductor a través de una llamada telefónica y que tenían sentimientos encontrados ante la noticia.
"Obviamente están muy felices y contentos de que Shamina haya podido dar a luz y que se encuentre saludable", señaló.
Pero, añadió que tras la muerte de los otros dos hijos de Begum, sus familiares están "muy preocupados" por la salud del bebé y los quieren a los dos de regreso en Reino Unido.
El abogado insistió que el bebé "no es una amenaza" y que legalmente Begun podía retornar como una ciudadana británica.
El ministro de Cultura, Medios y Deporte de Reino Unido, Jeremy Wright, le dijo a la BBC que la nacionalidad del bebé "no era directa".
De acuerdo con el funcionario, la primera prioridad es establecer el estado de salud tanto de Begun como del bebé.
"Pero al final, ella deberá responder por sus acciones. Así que pienso que es correcto que si ella puede regresar a Reino Unido lo haga, pero que si lo hace, lo haga con conocimiento de que podemos pedirle que rinda cuentas por su comportamiento hasta ahora", añadió el funcionario.
El debate se ha intensificado después de que el ministro del Interior británico, Sajid Javid, escribiera en el periódico Sunday Times que él "no dudaría" en impedir el regreso de británicos que viajaron para unirse a EI.
"El difícil desafío que enfrentamos ahora es qué deberíamos hacer con quienes buscan regresar", señaló.
15 años
Begum huyó de su hogar a los 15 años para convertirse en una "esposa de combatientes" del autodenominado Estado Islámico, algo de lo que no se arrepiente.
"No me arrepiento de nada, pero quiero volver a Inglaterra porque sé que mi hijo puede vivir allí tranquilamente", dijo Begum, que ya había alcanzado los nueve meses de embarazo, a The Times.
Contó además que fue testigo de las acciones de Estado Islámico.
"He visto cabezas (resultado de decapitaciones) apiladas en botes de basura. Pero no me han perturbado para nada", señaló.
Pero ¿cómo una adolescente que vivía en un barrio de Londres atravesó el mundo para unirse a uno de los grupos islamistas más radicales de los últimos años?
Su periplo comenzó en febrero de 2015.
El escape
El 18 de febrero de 2015, en medio del avance de Estado Islámico en Irak, Shamima Begum tomó un vuelo junto a sus amigas Kadiza Sultana y Amira Abase en el aeropuerto londinense de Gatwick con destino a Estambul, Turquía.
Robaron algunas joyas familiares para pagar los pasajes y no le avisaron a nadie de su partida. Simplemente dijeron que salían por el día, desaparecieron y se supo de su viaje por las imágenes de una cámara de seguridad del aeropuerto y de una terminal de buses en Turquía.
De inmediato, los familiares de las tres jóvenes intentaron por todos los medios comunicarse con ellas y evitar que llegaran a Siria o Irak para apoyar a Estado Islámico.
"Ustedes son fuertes, inteligentes, hermosas y estamos esperando que tomen la decisión correcta", dijo la familia en una declaración emitida entonces por la policía. "Por favor, regresen a casa".
Lo que se supo de ellas después fue poco. Que habían cruzado la frontera desde Turquía hacia Siria, que habían llegado hasta los territorios de Estado Islámico, que se habían casado con yihadistas extranjeros que -como ellas- se habían sumado a las filas del grupo radical.
De acuerdo a reportes de inteligencia británicos y australianos, Kadiza Sultana se casó con un militante estadounidense de origen somalí y habría muerto en medio de un ataque aéreo, en mayo de 2016.
"Es la vida normal"
De la única adolescente que no se tenía mayor información era de Begum.
Hasta que el periodista Anthony Loyd, del diario The Times, la encontró en un campo de refugiados en Siria.
Allí, la joven le relató cómo fue su vida después de salir de Londres.
"Me inscribí para casarme con un hombre que hablara inglés, de entre 20 y 25 años", señaló.
Se alojó en Raqqa en una casa compartida para "aspirantes a esposas" de EI. Diez días después, contrajo matrimonio con un holandés de 27 años que se había convertido al Islam.
Y continúa casada con él. La pareja logró escapar de la ciudad de Baghuz, el último enclave de EI en el este de Siria, hace dos semanas.
Su esposo se rindió ante un grupo de combatientes sirios y ahora ambos se encuentran en un campamento de 39 mil refugiados en el norte de Siria.
"No me arrepiento de lo que hice. Es la vida normal, tal como la que se mostraba en los videos de propaganda. Esa es una vida normal", le dijo a Loyd.
"Cada tanto hay bombas y ese tipo de cosas. Pero más allá de eso, nada…", agregó.
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https://www.youtube.com/watch?v=GCO92Wbx4Wg&t=