Washington.— El teléfono del director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, fue probablemente pirateado por un programa oculto en un mensaje del príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salman, según un análisis publicado ayer.
El reporte, realizado por expertos técnicos contratados por Bezos tras la filtración de información personal suya a principios de 2019, sugirió que el móvil fue pirateado por “herramientas” adquiridas por un consejero del líder de facto de Arabia Saudita.
La intrusión en el aparato desembocó en la publicación de fotos íntimas de Bezos, también propietario del diario Washington Post para el que trabajaba Jamal Khashoggi, un periodista saudita crítico con Riad, asesinado el 2 de octubre de 2018 en el consulado de su país en Estambul.
“El presunto pirateo del teléfono de Bezos y de otras personas exige una investigación inmediata por parte de las autoridades estadounidenses y de otras competentes”, declararon Agnès Callamard y David Kaye, relatores especiales de la Organización de las Naciones Unidad (ONU).
Para estos expertos, que no hablan en nombre de la ONU pese a ser designados por el Consejo de Derechos Humanos del organismo, esto “refuerza las informaciones sobre la vigilancia dirigida hacia quienes son percibidos como opositores o con importancia estratégica” a los ojos de Riad.
Callamard, la relatora de ejecuciones extrajudiciales de la ONU, y Kaye, el especialista sobre libertad de expresión, afirmaron que las últimas revelaciones “sugieren la posible implicación del príncipe heredero en la vigilancia del director ejecutivo en un esfuerzo de influir, cuando no silenciar, las informaciones del Washington Post sobre Arabia Saudita”.
Los especialistas contratados por Bezos concluyeron, con una seguridad entre media y alta, que el iPhone de Bezos fue pirateado a través de un programa maligno enviado desde una cuenta de WhatsApp usada por el príncipe heredero saudí.
El Departamento de Estado estadounidense aseguró a la AFP “estar al corriente de las informaciones publicadas en los medios” y mostró su preocupación por estas acusaciones. Las autoridades saudíes calificaron las acusaciones de “absurdas”.