Puerto Príncipe/Bogotá/Washington.— Tras el asesinato, el miércoles, del presidente haitiano Jovenel Moïse por un comando armado, se informó que estaban implicados 28 hombres, de los cuales 26 eran colombianos y dos, estadounidenses de origen haitiano. La policía detuvo a 20 sospechosos.

El consejero Presidencial para la Seguridad Nacional de Colombia, Rafael Guarín Cotrino, dijo que uno de los militares retirados detenidos en Haití es primo suyo.

El diario El Tiempo indicó que la policía documentó en dos vuelos la salida del país de los exmilitares colombianos señalados de participar.

En uno, de Copa Airlines, viajaron los exmilitares Alejandro Rivera García y Duberney Capador Giraldo a Panamá y luego a República Dominicana. El 6 de mayo y el 10 de mayo se movieron vía aérea desde Santo Domingo a Puerto Príncipe, Haití. La policía señaló que 32 días habrían durado las labores de inteligencia para perpetrar el homicidio.

En otro vuelo, de Avianca, viajaron a Punta Cana, en República Dominicana, otras personas capturadas.

A la presentación de los avances de la investigación asistieron el comandante de las Fuerzas Militares, el general Luis Fernando Navarro; el comandante del Ejército Nacional, el general Eduardo Enrique Zapateiro, y el director General de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas Valencia. El general Vargas dijo que se han recibido dos requerimientos sobre información de colombianos y que se han tramitado y entregado los datos. Señaló que han pedido información de varios extranjeros.

Añadió que se recibieron detalles sobre cuatro empresas de vigilancia que aparecen mencionadas y que con la Superintendencia de Vigilancia se están haciendo las verificaciones del caso.

Estas firmas habrían sido las encargadas de realizar el reclutamiento de las personas que terminaron en Haití. Sostuvo que se está verificando la identidad de los representantes legales de esas empresas. Dijo que aún no se tiene la información del dinero que se ofreció o lo que se le dijo a los exmilitares para que se vincularan a esas empresas.

Fuentes consultadas por El Tiempo aseguraron que son varias las hipótesis que se están tejiendo.

Según las fuentes, fueron tres militares en retiro —del mismo grupo que cayó en Haití— los que hace dos meses empezaron a llamar y ofrecer a otros exuniformados una oportunidad laboral. La hipótesis de que los exmilitares pudieron ser engañados y usados como chivo expiatorio​ nace de varias interrogantes, como: ¿por qué no se fueron de Puerto Príncipe tras asesinar al presidente?

Además, dos haitiano-estadounidenses arrestados dijeron que no estaban en la habitación cuando el presidente fue asesinado y que habían trabajado como traductores para el escuadrón de ataque.

Uno de los estadounidenses fue identificado como James Solages, un ciudadano que vivía en el sur de Florida y trabajó como guardia de seguridad en la embajada de Canadá en Haití. El otro fue identificado como Joseph Vincent, indicó The New York Times.

El juez Clément Noël, que participa en la pesquisa, dijo que los dos estadounidenses sostienen que la trama se planeó por meses. Vincent dijo que el autor intelectual era un extranjero llamado Mike que hablaba español e inglés. Solages indicó que había encontrado el trabajo en línea. No dijeron cuánto les habían pagado. El juez Noël añadió que Solages había “respondido de una manera muy evasiva”.

*Con información de El Tiempo. GDA

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