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Washington.— Nueva baja, y de alto calibre, en el gabinete de Donald Trump: el secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan, dejó anoche el cargo de forma inesperada, según informó el presidente estadounidense vía Twitter, un estilo de hacer este tipo de anuncios que se ha hecho habitual en él.
“Tras muchos años en el gobierno, quiere [McAleenan] pasar más tiempo con su familia e ir al sector privado”, explicó Trump.
A través de la misma red social, Mc Aleenan agradeció a Trump “la oportunidad de servir junto con los hombres y mujeres del Departamento de Seguridad Nacional. Con su apoyo, en los últimos seis meses hemos hecho progresos tremendos mitigando la crisis humanitaria y de seguridad fronteriza que enfrentamos este año”.
McAleenan sólo duró en el cargo seis meses, en los que estuvo al frente de un departamento encargado de implementar las medidas antiinmigrantes y de seguridad de Trump. Aunque logró reducir números de migrantes aprehendidos en la frontera con México, nunca terminó de ganarse la confianza del mandatario.
McAleenan se convierte en la baja más reciente en un departamento que ha vivido una verdadera sacudida en sus más altos cargos desde hace seis meses, con casi todos los puestos de poder en posición interina. Trump dijo que anunciará al reemplazo del secretario la próxima semana.
Fue un viernes difícil para el presiente, quien enfrentó en las cortes reveses dolorosos a dos de sus medidas antiinmigrantes. Quizá el más contundente fue el que llegó de un juez federal en El Paso, Texas, quien declaró “ilegal” la declaración de emergencia del pasado mes de febrero que buscaba desviar fondos del presupuesto de defensa a la construcción de su prometido muro en la frontera entre Estados Unidos y México.
El juez David Briones emitió en su declaratoria que el condado de El Paso, uno de los demandantes, tiene razón en considerar que el uso de fondos militares para el muro “viola” la ley de apropiación de fondos. Además, dio vía libre para que la región demande al gobierno y sus titulares por “daños reputacionales y económicos” debido al desvío de dinero que debía servir para unas instalaciones militares en El Paso y que, en cambio, el gobierno quiere destinar al muro.
Desde la otra punta del país, en Nueva York, otro juez federal congeló el intento de Trump de negar residencia y visados a inmigrantes de pocos recursos y que sean bajo su criterio “una carga pública” para los estadounidenses, y que tenía que aplicarse a partir del próximo martes. “Es repugnante contra el sueño americano de oportunidades para la prosperidad y el éxito a través del trabajo duro y el ascenso”, escribió el magistrado George Daniels en su decisión.
El fallo sobre los migrantes coincidió con la publicación de una investigación de Reuters en la que se detalla que a fecha de 1 de septiembre, entre los migrantes devueltos a México bajo el programa Migrant Protection Protocols (MPP), también conocido como “Quédate en México” y que expulsa de EU a los refugiados mientras esperan cita en los juzgados de migración, había al menos 4 mil 300 menores de cinco años y 481 menores de un año. Si se cuenta a los menores de 18 años, la cifra asciende a 13 mil.
Otro frente. Las malas noticias para Trump no terminaron ahí: en Washing-
ton, la corte de apelaciones desestimó el intento de la Casa Blanca de ocultar las declaraciones de impuestos del presidente de los últimos ocho años, a pesar de la petición emitida por la Cámara Baja que investiga al mandatario, quien todavía tiene un último recurso: recurrir al Supremo.