Unas 45 mil personas, según cálculos de la policía local, se manifestaron hoy en Barcelona (noreste de España) convocadas por la asociación independentista ANC en favor de la República Catalana.
El objetivo de la movilización, convocada con el lema "República, ahora", era presionar a los partidos independentistas para que alcancen un pacto que permita constituir un gobierno catalán que avance hacia la independencia de la región.
Los manifestantes portaban banderas independentistas de Cataluña (conocida como "esteladas") y lucían lazos amarillos para reivindicar la libertad de los dirigentes soberanistas actualmente encarcelados, acusados de delitos como rebelión, sedición o malversación, tras el referéndum separatista ilegal celebrado en Cataluña el 1 de octubre de 2017.
"Presos políticos, libertad" o "Ni un paso atrás" fueron algunos de los lemas coreados, así como proclamas en favor de la unidad de las fuerzas independentistas.
Esa unidad está actualmente en entredicho por las disonancias entre la ANC, el partido Junts Per Catalunya - cuya figura más representativa es el expresidente del gobierno regional de Cataluña Carles Puigdemont (huido en Bruselas)- y el partido Esquerra Republicana, uno de cuyos dirigentes, Oriol Junqueras, se encuentra encarcelado, acusado de rebelión, sedición y malversación.
Esas acusaciones se producen en el contexto surgido en torno al referéndum del 1 de octubre de 2017, antes y durante el cual se produjeron diversos incidentes entre grupos radicales y las fuerzas de seguridad españolas, de los que la justicia española acusó a varios de los principales dirigentes independentistas.
De momento permanece el bloqueo en torno a la investidura del presidente de la Generalitat, dado que tras renunciar Puigdemont a acudir a tal efecto a España (donde pesa una orden de detención en su contra), se propuso como candidato al líder de la ANC, Jordi Sánchez, que tiene acta de diputado regional y está en prisión acusado de sedición.
Tras las elecciones celebradas en Cataluña el 21 de diciembre de 2017, en las que las fuerzas independentistas fueron las más votadas (si bien el partido ganador fue el liberal Ciudadanos), se produjo un vacío institucional, pues Puigdemont renunció a aspirar a la presidencia del gobierno catalán y el juez no permite a Sánchez acudir al debate de investidura.
lsm