En Australia, el chofer de un colectivo escolar, que venía con unos 18 niños de entre 5 y 12 años de distintas escuelas a bordo, se enfureció porque los chicos venían forcejeando dentro del vehículo, los hizo bajar a todos y los dejó varados en el camino, a unos 10 kilómetros de su destino.
El escandaloso hecho que terminó con los niños al borde de la ruta ocurrió la semana pasada a pocos kilómetros de Brisbane, capital de estado australiano de Queensland, cuando el autobús escolar regresaba para dejar a cada estudiante en su hogar.
Los menores de edad fueron rescatados por sus propios padres, quienes fueron llegando al lugar a medida que se enteraban por los llamados de sus hijos de lo que les había sucedido.
Según lo que relató Emily, una niña de 11 años que estaba en el autobús, había un par de chicos en el vehículo que estaban peleando. “Estaban forcejeando en el pasillo. Entonces, el chofer paró y nos preguntó quiénes eran los que molestaban”, contó la pequeña al programa de televisión australiano A Current Affair.
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Emily añadió que los chicos en el autobús señalaron a los ‘culpables’ del forcejeo. El conductor les pidió que dejaran de hacerlo, y, al poco tiempo, ellos empezaron de nuevo. Ahí fue cuando todo estalló. “Él chofer se paró y se bajó del autobús. No quiso volver a subirse y después nos echó a todos”, relató la niña.
Emily, quien se tuvo que bajar del vehículo con su hermana de siete años, dijo que, en ese momento, empezó a “entrar en pánico”. La niña dijo que algunos de los chicos mayores le indicaron para dónde tenía que caminar para llegar a la ciudad. “Estaba muy lejos de casa y tenía mucho miedo”, reveló.
Entonces, Emily llamó a su mamá, Gemma Pfingst, quien llegó pronto a recoger a sus niñas. “La llamada de Emily era frenética”, aseveró su mamá al citado programa A Current Affair.
La mujer contó que, cuando llegaba al lugar donde estaban las niñas, se encontró 500 metros antes, en la carretera, a un chico de cinco años de los que habían bajado del bus escolar. Gemma señaló que no tenía dudas de que si no se lo hubieran llevado en otro auto o lo hubieran atropellado.
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“Lo que pasó fue muy peligroso y me enferma pensar en ello”, reflexionó la madre de Emily.
Por su parte, la compañía de autobuses escolares Bus Queensland, socia integrante de la empresa Translink, a la que pertenecía el chofer que bajó a los niños antes de llegar a destino, informó que el conductor ha sido despedido a causa de su comportamiento.
“Translink solicitó al socio de entrega Bus Queensland que investigue este incidente después de recibir quejas de los padres”, dice un comunicado emitido por la empresa que reproduce el medio The New York Post. “Bus Queensland ha tomado medidas disciplinarias inmediatas contra el conductor, mientras se revisa el incidente y los eventos que lo llevaron a él”, continúa el informe de la compañía.
"Translink se disculpa por la angustia causada por este incidente y no cumple con nuestras expectativas como los socios de transporte”, finaliza el comunicado.
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