Más Información
Ataque a DBar en Tabasco tenía como objetivo un cliente, informa Fiscalía; confirman 6 muertos y 10 heridos
Suman más de 10 mil registros de candidaturas a elección judicial: Noroña; habilitan nuevo medio de postulación por “creciente interés”
Tras 10 días, liberan a mujer china y a sus tres hijos que estaban retenidos en el AICM; buscan refugio en México
Senado discutirá reformas de Sheinbaum esta semana; votarán nuevas secretarías, extinción de autónomos y delitos que ameritan prisión preventiva
Washington.— El presunto autor de la matanza de 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh, Pennsylvania, el pasado sábado, Robert Bowers, se declaró ayer no culpable de los 44 cargos por crímenes de odio que se le imputan en una corte federal.
De acuerdo a los documentos judiciales, Bowers, de 46 años, se declaró no culpable de los hechos.
El sábado pasado el acusado entró a la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida armado con un rifle semiautomático AR-15 y tres pistolas Glock 57 y abrió fuego de manera indiscriminada contra la gente que asistía a un servicio religioso.
El acusado también solicitó que su caso se aborde en un juicio por jurado popular, aunque en el documento registrado ayer no se estableció ninguna fecha de comienzo. Sin embargo, sí se establece que dicho juicio debería durar entre tres y cuatro semanas.
El pasado lunes, el juez de la causa decidió aceptar la petición de la Fiscalía para que Bowers espere la resolución del juicio bajo prisión sin fianza.
Bajo los cargos ampliados, Bowers podría enfrentar la pena de muerte, o cadena perpetua sin libertad condicional seguida de una sentencia consecutiva de 535 años de prisión, detalló el departamento de Justicia.
Habrá que esperar hasta que la abogacía del Estado realice una solicitud de condena. El miércoles pasado se oficializó el escrito de acusación contra Bowers, residente en el estado de Pennsylvania, sobre quien pesan 44 cargos contra la libertad religiosa, por ataque con arma de fuego contra civiles y agentes del orden, y por asesinato.
Mientras disparaba el pasado sábado de manera indiscriminada sobre los asistentes, Bowers gritó que había que “matar a todos los judíos”, mensajes antisemitas que han llevado a la Fiscalía a considerar el suceso como un crimen de odio.
Además, los medios locales han localizado varios mensajes publicados por el sospechoso en redes sociales empleadas por grupos supremacistas estadounidenses en los que alardeaba de su arsenal y dejaba muy claro su odio contra la comunidad judía.
Diez de las víctimas ya tuvieron su funeral esta semana.
Medios como el USA Today y el diario Pittsburgh Post-Gazette informaron que Bowers pudo entrar caminando a la corte. Durante su primera comparecencia ante el tribunal, el lunes, estuvo en silla de ruedas, al parecer debido a las heridas sufridas cuando fue capturado por la Policía.