Las madres de familia son capaces de hacer lo que sea para hacer felices a sus hijos. En el caso de Clara Edwards, de Oklahoma , eso requirió hacer una búsqueda desesperada en redes de… un gato naranja.
Ocurrió en agosto de 2018. A través de Twitter, Edwards lanzó la curiosa solicitud:
“Se busca: PARA PRÉSTAMO, un gato naranja por 24-48 horas, para cenar lasaña con niños de 4 y 2 años amantes de Garfield. Se devolverá gato feliz y cuidado. No se exigirá que el gato coma lasaña si está contraindicado. Por favor. Nada de gatos asilvestrados. Y por favor, recoger el gato al final. No busco adoptar”, indicó Edwards, quien aclaró que se trataba de la búsqueda de “una madre de dos hijos cada vez más desesperada (pero no loca) y sin amigos que tengan gatos naranjas".
La respuesta fue una locura. Decenas de miles de personas retuitearon la solicitud de Edwards.
Finalmente, fue un estudiante de Medicina quien prestó su gatito a la familia de Edwards.
De acuerdo con Oklahoma News, el Garfield de la vida real llegó a la fiesta de los pequeños, pero no iba solo. Como todo gato educado, llegó con magdalenas con glaseado de naranja. El minino se asustó un poco al llegar a un hogar desconocido y al ver la algarabía que generó su presencia, por lo que se escondió bajo un sofá.
Sin embargo, dos minutos después, el gatito terminó por acercarse a los niños, que vieron cómo su sueño se volvió realidad.
Los pequeños comieron lasaña mientras “Garfield” comía comida húmeda y seca para gatos.
Después de la cena, jugaron antes de que el gato se fuera a casa con su verdadera familia.
A pesar de que han pasado varios años desde que Edwards solicitó un Garfield, las respuestas siguieron llegando, con gente ofreciendo a sus gatitos para hacer felices a los niños.
“Tengo uno durmiendo en mi regazo en este momento”, tuiteó Claude Rains el pasado 8 de octubre.
“Conozco a alguien que necesita prestado a tu amiguito. Es sólo por dos días”, le respondió Eggplant Escape.
agv