Washington.— Los republicanos despejaron ayer el camino para votar sobre el nombramiento que el presidente Donald Trump hará este sábado, a las 16:00 (hora de la CDMX) para llenar una vacante en la Corte Suprema antes de las elecciones del 3 de noviembre. El senador republicano Mitt Romney anunció que no se opondrá a una votación en el Senado para confirmar a quien Trump designe para suceder a la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg en el alto tribunal.
La muerte de Ginsburg el viernes, a los 87 años, agitó la crispada campaña electoral.
Los demócratas, liderados por el rival de Trump en las elecciones, Joe Biden, exigen que los republicanos, que ostentan mayoría en el Senado, se abstengan de ratificar la designación para llenar la vacante del alto tribunal antes de los comicios y señalan que la propia Ginsburg expresó ese deseo. Como ejemplo citan lo que ocurrió en 2016 cuando el expresidente Barack Obama intentó votar al sucesor de Antonin Scalia meses antes de la elección, pero sus intentos no llegaron a ser considerados en el hemiciclo por tratarse de un año electoral.
Los ojos están en los pasillos del Senado, después de que dos senadoras republicanas se apartaran de la mayoría de 53 bancas. Pero el senador Romney anunció que no se opondrá a la votación, por lo que hay los senadores suficientes para realizarla. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, no hizo anuncios de programación, pero las audiencias podrían comenzar el 12 de octubre por parte del Comité Judicial, con una votación en el pleno del Senado antes del 29 de octubre, según un asistente republicano que pidió el anonimato. Trump adelantó que designará a una mujer y entre las favoritas destacan Amy Coney Barrett y Bárbara Lagoa.