Más Información
Fiscalía de Michoacán identifica a autores materiales del secuestro del empresario Valdemar Tariácuri; serían parte de una cédula del CJNG
Patricia Aguayo, vocera de trabajadores del PJ, se postulará como magistrada; verificará que no haya “mano negra”
PAN oficializa en Senado la desincorporación de Yunes Márquez; Mesa Directiva seguirá con el trámite
Sheinbaum da banderazo de salida a construcción del Puerto Nuevo Manzanillo; tendrá inversión de 63 mil mdp
Detención de “El Cholo Palacios” clave para esclarecer Caso Ayotzinapa, afirma Alejandro Encinas; testimonio podría revelar paradero de estudiantes
INE advierte riesgo en elecciones de ocho estados por falta de recursos; los más afectados son Yucatán, Guerrero y Zacatecas
Cuando agosto toca a su fin y los niños se preparan para volver a la escuela, en el Reino Unido algunos empiezan a pensar en las fiestas navideñas y cómo afectará el coronavirus a la cita de los pequeños con Santa Claus.
Pero James Lovell, director de una agencia de eventos con sede en Londres, tiene un plan que, según afirma, permitirá a los niños vivir el encuentro mágico con Santa Claus al tiempo que respetan las estrictas pautas de distanciamiento social.
Mientras otros disfrutan del verano y las playas, Lovell, que dirige la empresa Ministry of Fun, prepara como cada año desde hace un cuarto de siglo su equipo de 50 Papás Noel.
En 2019 la temporada fue excepcionalmente buena, con un millar de reservas, pero ¿qué pasará este año?
"Normalmente tenemos la mayoría de reservas hechas en agosto", explica a la AFP, pero este año "estamos a la mitad".
"La gente no ha cancelado, simplemente no sabe qué pueden hacer. Ha habido mensajes contradictorios sobre lo que está permitido, hay mucha confusión", lamenta.
Lugares como los grandes almacenes y las atracciones turísticas de Londres, acostumbrados a organizar el encuentro entre los niños y Santa Claus, han introducido en las últimas semanas estrictos protocolos de gestión de multitudes para frenar la propagación del coronavirus .
Para tranquilizar a padres y propietarios de comercios, Lovell propone equipar a sus Papás Noel con mascarillas de terciopelo rojo y pelo blanco como parte de un disfraz que cuesta unas mil libras (mil 300 dólares, mil 100 euros) e incluye barbas hechas a mano por especialistas en vestuario teatral.
Lee más:
Santa Claus y sus jóvenes visitantes estarán distanciados por cajas de regalos y los presentes se entregarán a los niños sobre un trineo en miniatura en lugar de darlos en mano.
Lovell considera fundamental que la visita a Papá Noel no se convierta en una víctima más de la pandemia.
"No podemos tener unas Navidades sin Santa", afirma. "Hay que hacer que esto funcione, es muy importante", agrega.
"Ha sido un año espantoso y necesitamos esa felicidad" de que "Papá Noel nos traiga su magia". "Nos lo merecemos más que nunca".
lsm