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París.— Se han dado “entre 2 mil 900 y 3 mil 200 pederastas”, sacerdotes o religiosos, en el seno de la Iglesia católica de Francia desde 1950, según constata una comisión que investiga el abuso sexual en la institución y hará público el martes su informe inédito y muy esperado.
La cifra fue mencionada por el presidente de la comisión, Jean-Marc Sauvé, en una entrevista publicada el domingo por el diario Journal du Dimanche. La comisión, que lleva dos años y medio haciendo su labor, tiene programado publicar sus hallazgos el martes.
En la entrevista, Sauvé no ofreció una cifra de víctimas, pero aseguró que el reporte sí contiene un estimado.
“Calculamos que hubo unos 3 mil [abusadores], de 115 mil curas y empleados de la Iglesia, desde la década de 1950. Las dos terceras partes eran sacerdotes diocesanos”, aseveró.
Añadió que 22 casos fueron remitidos a las autoridades para su posible proceso penal. Más de 40 casos son demasiado viejos como para ser procesados por los tribunales, pero involucran a sospechosos que están aún con vida, y han sido remitidos a las autoridades eclesiásticas, expresó Sauvé.
Para elaborar su informe, la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) hizo un llamado a testimonios, abierto durante 17 meses, que recibió 6 mil 500 llamadas o contactos de víctimas o familiares. Luego, procediendo a unas 250 largas audiciones o interrogatorios de investigación.
Éric Boone, de 49 años, fue la primera víctima a la que escuchó esta comisión. Un fraile dominicano lo agredió sexualmente en los años 80, cuando tenía entre 12 y 15 años, en un convento de Toulouse (sur), donde estudiaba hebreo.
“No puedo decir que no haya un día en el que no piense en ello”, explica. “Es profundamente destructivo”.
