El primer ministro libanés, Saad Hariri, que hoy anunció la dimisión del gobierno, ha tenido pocas oportunidades de enderezar al rumbo de Líbano en su segundo intento al frente de un Ejecutivo condenado por el sectarismo y los intereses de sus integrantes .
Hijo de l primer ministro Rafik Hariri, asesinado en un atentado en Beirut en 2005, y empresario de profesión, Saad Hariri presentó hoy la renuncia, la segunda en menos de dos años para poner fin al mandato , una decisión que está ahora en manos del presidente, Michel Aoun.
Las protestas que desde el 17 de octubre comenzaron exigiendo el fin de un "régimen" que ha sido incapaz de resolver los problemas de un país con 86 mil millones de dólares de deuda, alrededor de 150% del PIB , han sido más fuertes que él y su débil gobierno.
Nacido en abril de 1970 en el Líbano , Hariri obtuvo la diplomatura en Relaciones Internacionales por la Universidad estadounidense de Georgetown en 1992.
Un mes después del asesinato de su padre en un atentado con coche bomba el 14 de febrero de 2005 , varios partidos políticos, entre ellos el de Hariri, Corriente de Futuro, se unieron en una plataforma conocida como "Las Fuerzas de 14 de Marzo", contraria a Siria y pro-occidental.
Foto: AFP
El 20 de abril de 2005, la familia anunció en un comunicado que designaba a Hariri para que continuara con la obra política iniciada por su padre.
Sin embargo, y a pesar de haberse convertido en el líder del principal bloque parlamentario, Hariri no se presentó como candidato a la jefatura del Gobierno , puesto para el que fue designado el antiguo ministro de Hacienda y también miembro de Corriente de Futuro, Fuad Siniora, ya que, según aseguró, no contaba con la experiencia suficiente.
Hariri ocupó el cargo de primer ministro entre 2009 y 2011 y fue designado en 2016 para formar Gobierno como candidato de consenso para desbloquear la parálisis institucional causada por las desavenencias entre las fuerzas políticas.
Su mandato quedó marcado por un extraño episodio. El 4 noviembre de 2017 renunció de forma sorpresiva durante una visita a Arabia Saudita alegando que se preparaba un atentado contra su vida y criticó la injerencia de Irán en su país y en el mundo árabe.
La renuncia y la prolongación de su estancia en Arabia Saudita dieron pábulo a todo tipo de versiones sobre un posible secuestro e incluso de una renuncia forzada contra su voluntad.
A su regreso al Líbano más de dos semanas después tras una gira por varios países, incluida Francia, el presidente, Michel Aoun, no aceptó su renuncia .
Reeditó el mandato en la jefatura del Gobierno en mayo del 2018, tras las elecciones parlamentarias en las que su grupo, Futuro, perdió un tercio de los escaños que había ganado en los comicios anteriores.
Sin embargo, esta vez contó con el apoyo del grupo chií Hizbulá , cuyo jefe, Hasan Nasralá, se declaró opuesto al cambio del gabinete, un respaldo que no ha servido para que el Ejecutivo funcionara.
Hariri está casado con Lara Bachir El Azem y tiene tres hijos: Hussamedin, Lulua y Abdel Aziz. Su familia ha mantenido buenas relaciones tanto con Francia, como con Arabia Saudí, donde su padre amasó gran parte de su fortuna.
Pero Hariri tampoco ha sido exitoso en los negocios. Por problemas en Arabia Saudita tuvo que cerrar la compañía Saudi Oger, fundada por su progenitor y que contaba con un capital de más de 2 mil millones de dólares y que empleaba a unas 35 mil personas.
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También tuvo que cerrar el periódico Al Mustaqbal, del que ya sólo queda una edición digital, y la televisión del mismo nombre ha reducido su personal.
Al anunciar hoy que se dirigía al palacio presidencial para presentar la dimisión de su gobierno al presidente, lo que hizo por escrito, Hariri aseguró que quiere “proteger el país en este momento histórico”.
lsm