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Washington.— Michael Cohen, ex abogado y hombre para todo del presidente Donald Trump, debería recibir una sentencia “sustancial” pese a estar colaborando con la investigación de la trama rusa, una cooperación que sirvió para destapar que Rusia trató de buscar “sinergias políticas” con la campaña del entonces candidato republicano desde noviembre de 2015.
La fiscalía del distrito sur de Nueva York pidió 42 meses de cárcel, una incautación por valor de medio millón de dólares y una multa por los delitos de fraude bancario, financiación de campaña ilegal y perjurio ante el Congreso; una condena que se ajusta a la “seriedad” de los crímenes y a que no ha compartido toda la información sobre la posible colusión entre el Kremlin y Trump durante las presidenciales de 2016.
En agosto, Cohen pasó de ser el guardián de todos los secretos de Trump a un cooperante de la fiscalía, traicionando su lealtad a su ex jefe. Entre sus confesiones se puso luz al intento de “influenciar elecciones en la sombra” con el pago de dinero a dos mujeres para acallar affairs extramatrimoniales del ahora presidente.
El caso del Rusiagate se acerca cada vez más a la figura de Trump. “Libra totalmente al presidente. Gracias”, tuiteó el presidente sobre el documento presentado por la fiscalía. En realidad es lo contrario: los documentos señalan que el presidente ordenó a Cohen cometer delitos de contribuciones ilegales de campaña con el pago a dos mujeres para acallar sus aventuras extramaritales.
El fiscal especial de la investigación de la trama rusa, Robert Mueller, presentó otro documento en el que agradecía la colaboración “creíble” y “útil” de Cohen en su pesquisa.
La información que dio sirvió para conocer detalles obre la posible conexión entre el Kremlin y Trump. Por ejemplo, el contacto primigenio de una persona “de confianza” de Moscú que, en noviembre de 2015 —medio año después de que Trump presentara su candidatura—, se acercó a Cohen buscando “sinergias políticas” con la campaña de Trump, incluso prometiendo una reunión entre Vladimir Putin y el por entonces candidato republicano a la presidencia de EU. La reunión no se realizó. La sentencia a Cohen se sabrá el miércoles.
Cohen no fue el único relacionado con el Rusiagate que llenó titulares: Paul Manafort, ex jefe de campaña de Trump, fue acusado formalmente de mentir hasta en cinco temas distintos a los investigadores, incluyendo sobre sus contactos con la Casa Blanca y un agente ruso, lo que hizo que su pacto de cooperación quedara invalidado.
La Casa Blanca negó que alguno de los documentos afectara al presidente.