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El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov , dijo el martes al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que es hora de que Moscú y Washington dejen de lado años de desconfianzas y encuentren la forma de trabajar juntos de manera constructiva.
Pompeo se encuentra en la localidad rusa de Sochi, en el Mar Negro, para sostener conversaciones con su homólogo ruso. Más tarde el martes también se reunirá con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Los lazos entre ambos países se han visto afectados por denuncias -negadas por Moscú - que apuntan a que Rusia intentó influir en los resultados de la elección presidencial de Estados Unidos en 2016 y por diferencias en la forma de abordar los conflictos en Venezuela, Irán, Siria y Ucrania.
"Vemos que hay sospechas y prejuicios", dijo Lavrov a Pompeo
al inicio de su reunión. "Esto dificulta tanto su seguridad como nuestra seguridad y causa preocupación en todo el mundo. Creemos que es hora de construir una nueva y más constructiva matriz para nuestras relaciones ".
La visita de Pompeo representa el primer contacto de alto nivel entre Moscú y Washington desde que el fiscal especial de Estados Unidos Robert Mueller presentó un informe que analiza la naturaleza del rol de Rusia en los comicios presidenciales de Estados Unidos en 2016.
"Estoy aquí hoy porque el presidente Trump está comprometido a mejorar esta relación. Tenemos diferencias y cada país protegerá sus propios intereses, velará por los propios intereses de su gente (...) Pero no estamos destinado a ser adversarios en todos los temas y espero que podamos encontrar áreas donde tengamos un conjunto de intereses superpuestos", aseguró Pompeo.
El máximo diplomático estadounidense aseguró que el contraterrorismo y el combate a la proliferación nuclear son dos áreas donde Moscú y Washington podrían encontrar terrenos comunes.
lsm