Kiev/Nueva York.— El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó ayer una movilización parcial de reservistas, una medida arriesgada y profundamente impopular que sigue a los humillantes reveses de sus tropas casi siete meses después de invadir Ucrania.
La convocatoria aumentó las tensiones con los partidarios occidentales de Ucrania, que lo ridiculizaron como un acto de debilidad y desesperación.
La medida también hizo que algunos rusos se apresuraran a comprar boletos de avión para huir del país, y otros salieron a las calles para realizar manifestaciones contra la guerra.
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En su discurso de 14 minutos televisado a nivel nacional, el mandatario advirtió además a Occidente que Rusia “no está faroleando” y que su gobierno empleará todos los medios a su disposición para proteger su territorio, una aparente referencia a su arsenal nuclear.
El número total de reservistas llamados a filas será de 300 mil, de acuerdo con funcionarios. El decreto de Putin que autorizó la movilización parcial, que entró en vigor de inmediato, ofreció pocos detalles, lo que hizo sospechar que el borrador podría ampliarse en cualquier momento.
Sergii Nikiforov, vocero del presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, indicó que los reclutas enviados al frente en Ucrania correrán la misma suerte que las tropas rusas mal preparadas que fueron obligadas a retroceder en su ofensiva por Kiev en los primeros días de la invasión.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Valery Zalujny, prometió “destruir” a los rusos que irán a Ucrania para luchar, incluyendo a los reservistas. Sólo se llamará a quienes tengan experiencia relevante en combate y servicio, indicó el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu.
“¡No a la movilización!”
Tras el anuncio de Putin, al menos mil 26 personas fueron detenidas en Rusia durante las manifestaciones contra la movilización de reservistas.
Según OVD-Info, una organización especializada en el recuento de detenciones, hubo manifestaciones en al menos 38 ciudades de todo el país. Se trata de las mayores protestas en Rusia desde las que siguieron al anuncio de la ofensiva en Ucrania a finales de febrero.
En San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, la policía se llevó un autobús lleno de detenidos. Los manifestantes coreaban “¡No a la guerra!” y “¡No a la movilización!”. El movimiento de oposición Vesna convocó a protestas y dijo: “Miles de hombres rusos, nuestros padres, hermanos y esposos serán arrojados a la picadora de carne de la guerra. ¿Por qué estarán muriendo? ¿Por qué llorarán las madres y los niños?”.
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Zelensky, con plan distinto al de AMLO
Volodimir Zelensky, presidente ucraniano, presentó en su aparición virtual en la Asamblea General de Naciones Unidas un plan de paz de cinco puntos, días después de la propuesta que lanzara el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y que fue rechazada de tajo por Kiev.
El plan de Zelensky inició con el reclamo de un “castigo justo” a Rusia por la agresión contra Ucrania. En segundo lugar, el líder ucraniano pidió que se proteja la vida de las personas; en tercer lugar, que se restablezcan la seguridad y la integridad territoriales; en cuarto lugar, que se establezcan garantías de seguridad; finalmente, que se avale la determinación de la autodefensa.
Zelensky fue claro en que no puede haber paz sin justicia. Por tanto, dijo, no puede lograrse la paz en Ucrania si Rusia no recibe un castigo. “Aquellos que hablan de neutralidad cuando los valores humanos y la paz están bajo ataque quieren decir otra cosa (...) En realidad sólo protegen sus intereses creados”.
El pasado 16 de septiembre, el presidente López Obrador planteó su propuesta, que no menciona la posibilidad de alguna sanción a Rusia.
A falta de detalles, que este jueves debería presentar el canciller Marcelo Ebrard en su discurso en la sede de la ONU, el plan mexicano se centra en la formación de un comité en el seno de Naciones Unidas en el que participen el primer ministro de India, Narendra Modi, el papa Francisco y el secretario general de la ONU, António Guterres. El objetivo es entablar un diálogo que conduzca a una “tregua de al menos cinco años”, lapso en el cual pararía cualquier acción militar en la región o prueba nuclear. Los países se comprometerían a evitar enfrentamientos y a interferir “en conflictos internos” de otros Estados.
Biden acusa a Moscú
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunció ante la ONU que Rusia quiere borrar a Ucrania del mapa y pidió al mundo que actúe con firmeza para frenar la agresión, que viola “descaradamente” los principios fundacionales del organismo. Consideró que las recientes pruebas de matanzas de civiles en Ucrania, como la exhumación de cadáveres en Izium, deberían “helarle” a uno la sangre y criticó los referéndums “falsos” convocados por prorrusos ucranianos en las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como los territorios ocupados de Kherson y Zaporiyia para su integración a Rusia. Biden dijo: “Putin asegura que tenía que actuar, porque Rusia estaba siendo amenazada. Nadie amenazó a Rusia. Nadie más que Rusia fue la que buscó el conflicto”.
El mandatario indicó que trabaja con sus aliados para garantizar el abastecimiento de las cadenas de suministro y para que ningún país, en alusión a Rusia, use la amenaza energética como arma. Concluyó pidiendo defender la Carta de Naciones Unidas para “dejar un futuro mejor a nuestros hijos”. Biden acusó a Putin de hacer “amenazas irresponsables sobre el uso de armas nucleares”, después de que el líder ruso prometiera proteger a su país “con todos los medios” y que dijera que quienes buscan “chantajear” con armas atómicas deben saber que “la rosa de los vientos puede volverse contra ellos”.