Kiev.— Las fuerzas rusas lanzaron ayer un “potente ataque” contra la acería de Azovstal, último reducto de resistencia ucraniano en la devastada ciudad de Mariupol, tras un alto el fuego que permitió la evacuación de un centenar de civiles.
“Un potente ataque en el área de Azovstal se está llevando a cabo actualmente, con apoyo de blindados y tanques”, indicó Sviatoslav Palamar, subcomandante del batallón Azov, que defiende las instalaciones, en un videomensaje en Telegram.
Previamente, el Ministerio ruso de Defensa, citado por agencias rusas, había anunciado que “unidades del ejército ruso y de la República Popular de Donetsk, utilizando artillería y aviones, comenzaron a destruir” las “posiciones de tiro” de los combatientes ucranianos que salieron de la planta.
Según el portavoz de las fuerzas armadas rusas, el batallón Azov “usó” el alto el fuego, que se había decretado para evacuar a los civiles de la acería, para “tomar posiciones de tiro en el territorio y en los edificios de la fábrica”. El alto el fuego, anunciado el lunes, permitió evacuar, con el apoyo de Naciones Unidas y la Cruz Roja, a “101 civiles” del complejo metalúrgico, indicó Osnat Lubrani, coordinadora humanitaria de la ONU para Ucrania.
Una de las evacuadas, Anna Zaitseva, que llegó finalmente a la ciudad de Zaporizhia, controlada por las fuerzas de Ucrania, con su bebé de seis meses en brazos, expresó su agradecimiento. “Estamos muy agradecidos a todos los que nos han ayudado. Hubo un momento en que perdimos la esperanza, pensamos que todo el mundo se había olvidado de nosotros”, explicó.
No estaba claro cuántos combatientes ucranianos estaban escondidos adentro, pero los rusos calcularon el número en alrededor de 2 mil en las últimas semanas, y se informó que 500 resultaron heridos. Unos cientos de civiles también permanecieron ahí, dijo la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijo en un discurso en video que “seguiremos haciendo todo lo posible para sacar a toda nuestra gente de Mariupol, de Azovstal”. “Es difícil, pero los necesitamos a todos, a todos los que permanecen ahí, civiles y militares”, añadió.
En el resto del país, “el enemigo ha seguido disparando contra Kharkiv”, la segunda ciudad de Ucrania, después de la capital, Kiev, y contra “localidades vecinas”, indicó el Estado Mayor del ejército ucraniano.
Más al sur, cerca de Izium, los rusos bombardearon “intensamente” las posiciones ucranianas y en el Donbás intentan “tomar pleno control de las localidades de Popasna y Rubizhne y avanzar hacia Limán y Sloviansk”, agregó el reporte.
En otros desarrollos del campo de batalla, las tropas rusas bombardearon una planta química en la ciudad oriental de Avdiivka, matando al menos a 10 personas, dijo el gobernador regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko.
También se escucharon explosiones en Lviv, al oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia. Los ataques con misiles dañaron tres subestaciones eléctricas, cortaron la electricidad en partes de la ciudad e interrumpieron el abasto de agua, e hirieron a dos personas, dijo el alcalde. Un misil también golpeó una instalación de infraestructura en un área montañosa en Transcarpacia, una región en el extremo occidental de Ucrania que limita con Polonia, Hungría, Rumania y Eslovaquia, dijeron las autoridades. No hubo noticias inmediatas de víctimas.