Bruselas.- El puerto holandés de Rotterdam, considerado junto con el de Amberes la puerta por excelencia de entrada de droga a la Unión Europea (UE), volvió a romper récord en enviada desde las Américas. 

Durante el segundo año de la pandemia, las autoridades portuarias encontraron 70 mil 500 kilogramos de cocaína ocultos en contenedores, y con un valor estimado al menudeo por 5 mil millones de euros. 

Las intercepciones de 2021 representaron un incremento de 74% con relación al año anterior, cuando fueron interceptados 48 mil kilogramos en el puerto y aeropuerto internacional Schiphol de Amsterdam. 

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Las cifras fueron difundidas por la unidad conocida como Hit And Run Cargo, la cual opera en coordinación con la policía portuaria, el Ministerio del Interior y el Servicio de Investigación e Información Fiscal. 

Entre las peculiaridades del último año fiscal destacan los golpes a gran escala. En marzo, septiembre y diciembre hubo hallazgos por más de 4 mil kilogramos en una sola vez. 

La droga se encontraba oculta en contenedores que transportaban alimentos, como soya y plátanos. El último gran golpe tuvo lugar el 30 diciembre, cuando se descubrieron 4 mil 180 kilos en un envío de bananas procedentes de Ecuador y que tenían como destino el puerto vecino de Amberes, en Bélgica. Su valor en las calles de Amsterdam fue estimado en 300 millones de euros. 

En todo el año hubo 22 hallazgos de más de 1,000 kilogramos en una intervención. 

El año pasado también se caracterizó por la mayor detención de “recolectores” nunca antes registrada, es decir, de personas que tienen la misión de pasar a recoger la droga en el contenedor señalado. 

Tan solo en septiembre se registraron 110 detenciones infraganti o bajo sospecha; en todo 2021 hubo aproximadamente 400 casos similares.  

Debido a que en algunas ocasiones las penalidades fueron solo administrativas, ya que los individuos eran detenidos sin poseer la droga, hubo recolectores que repitieron. Una persona incluso fue arrestada en nueve ocasiones. La multa por deambular sin justificación en el puerto era de solo 95 euros. 

El Ministerio del Interior espera que el abuso de las lagunas del sistema judicial llegue a su fin en este 2022, con la introducción de una ley que supone una pena máxima de dos años de cárcel por presencia injustificada en una zona de acceso restringido. La corte de Rotterdam ya juzga a los dos primeros individuos, de 33 y 34 años, bajo la nueva ley que entró en vigor el 1 de enero. 

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Para este año también se han reforzado los sistemas tecnológicos con la finalidad de identificar las “manzanas podridas” al interior del servicio portuario. La corrupción es pieza central en el tráfico de cocaína, ya que se requiere de infiltrados para que los recolectores tengan acceso a zonas restringidas sin ser captados por las cámaras. También se necesita de ayuda interna para saber en dónde está el contenedor “con premio”. 

“Los empleados con el conocimiento, la información y el acceso adecuado a los lugares relevantes dentro de los puertos son cruciales para las redes criminales que trafican cocaína hacia Europa. Esto implica que el número potencial de infractores motivados sea alto, dado que en Rotterdam hay 180 mil trabajadores”, indica en una reciente investigación realizada por Richard Staring, del Centro de para la Investigación y la Información sobre Delincuencia Organizada de la Universidad Erasmus de Rotterdam.  

De acuerdo con fuentes de Europol y el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías, la cocaína que entra por Rotterdam no es para consumo nacional, sino para ser distribuida por tierra al resto de Europa, principalmente la zona centro y norte. 

El Instituto Trimbos estima que alrededor de 1.6% de los holandeses mayores de 18 años consumieron cocaína en el último año. 

El fiscal en jefe Hugo Hillenaar, declaró al diario Algemeen Dagblad que los decomisos forman un eslabón de la respuesta a la problemática del tráfico, pero no solucionan el problema. 

Afirma estar luchando contra una oferta ilimitada, debido a que la producción en Sudamérica se ha duplicado en los últimos años. 

De acuerdo con el Ministro de Finanzas de Bélgica, Vincent van Peteghem, en el vecino puerto de Amberes, la aduana interceptó 89 mil kilogramos de cocaína en 2021, un tercio más que el año previo y el doble de hace cinco años. 

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