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Wilmington, Delaware. El candidato presidencial independiente Robert F. Kennedy Jr. confesó en sus redes sociales haber echado un oso muerto que una automovilista tiró en el camino, en Central Park, tras no haber podido desollarlo para guardar su carne en el refrigerador.
Kennedy describió a detalle el incidente en un video que colgó en X, tras señalar que había sido contactado por gente de la revista New Yorker, que le preguntó si él había estado involucrado. El candidato dijo que el medio publicará una historia que, considera, “será perjudicial”.
El video es de una conversación que sostuvo con la controvertida cómica estadounidense Roseanne Barr, a quien le contó lo ocurrido en 2014.
Según su versión, él iba conduciendo atrás de otro vehículo, conducido por una mujer, que atropelló al oso con su coche, lo mató y siguió su camino, en las afueras de Nueva York.
“Así que paré, tomé al oso y lo metí en la parte de atrás de mi furgoneta porque iba a despellejarlo, y estaba en muy buenas condiciones", dijo Kennedy. "Iba a poner la carne en mi frigorífico".
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Kennedy narró que ese día se le hizo tarde y tuvo que volver a Nueva York para cenar con unos amigos, mientras tenía el oso muerto en el vehículo. Como la cena se retrasó, y él debía ir al aeropuerto, ya no le daba tiempo de detenerse en su casa, en el condado de Westchester, para dejar al oso.
Entonces, continuó, pensó en una serie de accidentes de bicicleta que habían ocurrido por esas fechas en la ciudad y urdió un plan.
“No estaba bebiendo, por supuesto, pero había gente bebiendo conmigo que pensó que era una buena idea. Y les dije que tenía una vieja bicicleta en el coche de la que alguien me había pedido que me deshiciera. Dije: 'Vamos a poner al oso en Central Park y haremos que parezca que le ha atropellado una bicicleta'", dijo.
“Así que lo hicimos y pensamos que sería divertido para quien lo encontrara o algo así", acotó. "Al día siguiente... estaba en todas las televisiones. Fue portada de todos los periódicos, encendí la televisión y había como un kilómetro y medio de cinta amarilla y 20 coches de policía, había helicópteros volando, y yo estaba como: 'Oh, Dios mío. ¿Qué he hecho?".
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Dos mujeres que paseaban a sus perros encontraron el oso muerto y alertaron a las autoridades, desencadenando un misterio que cautivó a la ciudad durante unos días. Los osos no forman parte de la fauna silvestre conocida del parque.
Se buscaron huellas en la bicicleta y se envió el animal a Albany para que se le practicara una necropsia, que determinó que probablemente había sido atropellado por un vehículo y no era víctima de crueldad animal. Pero cómo acabó el oso en Central Park seguía siendo un misterio.
"Estaba preocupado porque mis huellas estaban por toda la bicicleta", dice Kennedy a Barr en el vídeo.
Se trata del incidente extraño más reciente en la quijotesca campaña de Kennedy, que ha dividido a su famosa familia y ha dejado a republicanos y demócratas preocupados por su posible impacto en la contienda presidencial. Kennedy ha reconocido que un parásito se alojó en su cerebro y murió. Negó haberse comido un perro después de que un amigo compartiera una foto con la revista Vanity Fair en la que se veía a Kennedy preparándose dramáticamente para dar un mordisco a un animal carbonizado; Kennedy dijo que se trataba de una cabra.
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