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Londres.- El primer ministro británico, Rishi Sunak, enfrentaba este martes una rebelión entre parlamentarios de su Partido Conservador por su estancado plan de enviar a solicitantes de asilo a Ruanda, un controversial y costoso proyecto que el líder ha promovido para ganar una elección este año.
Para ello tendrá que unificar a su fragmentado partido, que está muy rezagado con el opositor Partido Laborista en las encuestas. Pero las facciones liberal y autoritaria del Partido Conservador —siempre aliados ambivalentes— discrepan sobre el plan de Ruanda. Los moderados creen que el plan es demasiado extremista, mientras los conservadores creen que es demasiado blando.
En un golpe para Sunak, dos vicepresidentes del Partido Conservador anunciaron que votarán esta semana en la Cámara de los Comunes para endurecer las medidas. Lee Anderson y Brendan Clarke-Smith anunciaron que respaldarán enmiendas para eliminar la posibilidad de que los solicitantes de asilo apelen una deportación a Ruanda.
El exministro de Inmigración, Robert Jenrick, otro miembro del ala derechista del Partido Conservador, afirmó que solo “la acción más robusta” servirá de “disuasivo sustentable” para futuros migrantes.
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“La propuesta actual no sirve”, declaró Jenrick en el primero de dos días de debate en la Cámara de los Comunes.
Jenrick está entre más de 60 parlamentarios conservadores, incluyendo el ex primer ministro Boris Johnson, que desean endurecer la propuesta. Algunos han dicho que votarán contra la medida si no es endurecida. Junto con los votos de la oposición, ello podría bastar para anular la propuesta, lo que sería un duro golpe político para Sunak y podría sellar la suerte del plan.
Sunak insiste en que la medida es lo más dura posible y que Ruanda se retirará del acuerdo si Reino Unido viola la ley internacional.
Los conservadores moderados, por su parte, temen que el acuerdo ya raya en la violación de la ley internacional y dicen que votarán en contra si es endurecido aun más. Esas preocupaciones quedaron reflejadas por la agencia de refugiados de Naciones Unidas, que el lunes declaró que el plan sobre Ruanda “no es compatible con las leyes internacionales de atención a refugiados”.
Los principales partidos de la oposición se oponen a la propuesta. Alison Thewliss, legisladora del Partido Nacional Escocés, la calificó de “irreparablemente terrible” y vaticinó que “fracasará en lograr su cometido porque fracasa en aceptar la realidad” y no toma en cuenta las razones por las cuales mucha gente decide huir de sus países de origen.
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