Río de Janeiro.— El ultraderechista Jair Bolsonaro se mostró ayer amigo de la población homosexual y el socialista Fernando Haddad reforzó su actividad en Sao Paulo, la ciudad más rica y poblada de Brasil, como parte de las nuevas estrategias de sus campañas, a dos semanas del balotaje presidencial.
Contrario a lo que se imaginaba, el cambio más evidente de las estrategias de campaña se dio en la de Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército, nostálgico de la dictadura (1964-1985), que incluyó un carácter más humano a sus mensajes y hasta se mostró amigo de la población homosexual.
El candidato de ultraderecha, conocido por sus declaraciones homofóbicas, como la que hizo en 2011 sobre que “preferiría que sus hijos murieran en un accidente” a que sean homosexuales, sorprendió con la divulgación de un video en el que defendió la opción de género y en el que recibió el apoyo de un reconocido maquillista homosexual brasileño.
“Tengo el placer de conocer a esta figura linda que es Bolsonaro, lejos de lo que hablan, es una persona maravillosa, piensa igual que yo. Manda un abrazo a mi familia y a mis amigos homosexuales que no tienen miedo y que te adoran también, son rarísimos los amigos a los que [no] les gustas”, aseguró Lili Ferraz en el video.
“Todos nosotros en Brasil somos seres humanos, somos brasileños, patriotas y cumplidores de los deberes, y la opción [de género] de cada uno interesa a cada uno, el Estado no tiene que intervenir en esa área”, aseguró el candidato de ultraderecha.
Este clip contrastó con los mensajes de 30 segundos que son transmitidos a lo largo del día en los espacios destinados para propaganda.
El derechista aprovechó la debilidad que envuelve a Haddad por ser el representante del PT —y a quien se reconoce como el candidato que actúa a la sombra del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva—, y en uno de los mensajes advirtió sobre la necesidad de conocer a quien está detrás de los candidatos.
Además de Lula, el mensaje de Bolsonaro menciona a la ex presidenta Dilma Rousseff, destituida de su cargo; a Maduro, como dirigente de una Venezuela en crisis y apoyado por el PT, y a José Dirceu, quien fuera la mano derecha de Lula.
Por su parte, la estrategia de Haddad, candidato del socialista Partido de los Trabajadores (PT), se enfocó en fortalecer su actividad en las calles de diferentes regiones de Sao Paulo, donde le conocen más por haber sido su alcalde, pero también porque es la ciudad más rica, industrializada y poblada del país.
La campaña de Haddad tuvo un drástico cambio de imagen desde la semana pasada, en la procura de alejarse de la sombra de Lula y acercarse a los votos de los candidatos de centro que están indecisos.