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Una relación de respeto, firmeza y amistad, pero sin dependencia, es el proyecto de política exterior que el virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, busca tener con Estados Unidos.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es una prioridad y se trabaja ya de la mano del actual gobierno federal para tratar de concluir la negociación en el futuro inmediato.
López Obrador delineó su proyecto de política exterior, en el que resalta la relación con Estados Unidos.
De acuerdo con el proyecto, la relación con la Unión Americana será de respeto, firmeza y amistad, pero con el objetivo de dejar de depender de las importaciones del vecino país del norte.
Para ello, el tabasqueño propone trabajo, autosuficiencia alimentaria y desarrollo económico, pues ha dicho que la mejor política exterior es la interior, y uno de sus sueños es que ningún mexicano tenga la necesidad de emigrar al extranjero, principalmente a Estados Unidos, por cuestiones de trabajo y que en vez de ello se arraiguen en sus comunidades.
“Reconocer que la relación bilateral México-EU va más allá de los temas de migración, seguridad y libre comercio, permitirá desarrollar mecanismos para fortalecer la cooperación medio ambiental, cultural, en ciencia y tecnología, agricultura, pequeña y mediana empresa, energía y cambio climático, tanto a nivel bilateral como multilateral”, detalla el proyecto del virtual presidente electo.
En cuanto al TLCAN, el plan puntualiza la necesidad de atender el tema migratorio y de salarios; pone como prioridad el desarrollo rural y el combate a la pobreza y la desigualdad, para brindar oportunidades de trabajo y reinserción a los mexicanos, en concordancia con la Agenda 2030. Sectores como el automotriz y el de electrónica se benefician ampliamente por el TLCAN; sin embargo, se impulsará un mayor apoyo a las pequeñas y medianas empresas mexicanas.
Otro de los temas con Estados Unidos, de acuerdo con el proyecto, es la protección y defensa de los derechos de los migrantes mexicanos radicados en territorio estadounidense, principalmente convirtiendo los consulados mexicanos en procuradurías para defender y ayudar a los connacionales. “La atención y defensa de los mexicanos en Estados Unidos será una prioridad del gobierno. Se fortalecerá la acción del Instituto de los Mexicanos en el Exterior y se brindará apoyo, en general, a todas las organizaciones de mexicanos para la defensa de sus derechos, especialmente en la zona fronteriza”.
Asimismo, el planteamiento de política exterior contempla dar un nuevo impulso a las relaciones con el Caribe. “Se desarrollarán estrategias focalizadas con cada uno de los países del Caribe y se fortalecerán los lazos con organismos regionales como la Asociación de Estados del Caribe [AEC] y la Comunidad del Caribe [Caricom]”, indica el texto.
Además, se otorgará particular atención a la relación con Cuba, para estrechar lazos históricos y fraternales que deben reflejarse en una intensa relación bilateral.
Para López Obrador, el continente asiático (los tres grandes países: China, Japón e India), son un modelo a seguir, porque han tenido tasas de desarrollo sustancialmente superiores a las de México en los últimos años. La propuesta es que México forme parte del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura.
“Es dentro de este marco que se explorarán oportunidades para empresas mexicanas en los grandes proyectos de infraestructura, en particular en Asia Central”, indica el texto.
Andrés Manuel López Obrador prevé además la cooperación con países europeos, de América Latina y Asia, para combatir el crimen organizado y el tráfico de drogas.
