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Washington.— El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, anunció ayer la apertura de una investigación de cara a un juicio político contra el presidente Joe Biden por supuesta corrupción. “Estoy pidiendo a un comité de la Cámara que abra una investigación formal de impeachment”, dijo el congresista, quien considera que el líder demócrata ha “mentido” al pueblo estadounidense.
Para la Casa Blanca este proceso es “política extrema en su peor versión”. “Los republicanos de la Cámara Baja han estado investigando al mandatario durante nueve meses y no han encontrado evidencia de irregularidades”, dijo el portavoz Ian Sams.
La Constitución estadounidense establece que el Congreso puede destituir al presidente por “traición, soborno u otros delitos graves y faltas”. Los republicanos de la Cámara de Representantes, que ostentan la mayoría desde enero, realizan una serie de investigaciones parlamentarias sobre los negocios de Hunter Biden, hijo menor del presidente.
Los legisladores republicanos dicen que han “identificado acusaciones graves y creíbles sobre la conducta del presidente Biden”, declaró McCarthy, acusando al demócrata de alimentar una “cultura de la corrupción”.
Asimismo, McCarthy aseguró que el mandatario “mintió al pueblo estadounidense sobre lo que sabía sobre los negocios de su familia en el extranjero”. No obstante, por el momento esta averiguación no tiene prácticamente ninguna posibilidad de conducir a la destitución de Biden, porque los demócratas poseen la mayoría de escaños del Senado, la cámara encargada de juzgar a los presidentes.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, advirtió a los republicanos de la Cámara que no hicieran el esfuerzo, pero dijo: “No creo que (...) McCarthy necesite el consejo del Senado”.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, calificó de “absurda” la investigación de juicio político.
En los últimos días, McCarthy había sugerido que iba a someter a voto en la Cámara la apertura de esa investigación pero, como no estaba garantizado que fuera a tener el apoyo de los conservadores moderados de su bancada, tomó esa decisión de forma unilateral. “Prometió realizar una votación para abrir el juicio político, pero ahora cambió de opinión porque no tiene apoyo”, criticó Sams en X, antes Twitter.
Hunter, hijo de los problemas
Hunter, exempresario de 53 años, se ha convertido en el blanco favorito de la derecha estadounidense.
Los representantes republicanos lo acusan de haber hecho negocios en Ucrania y China ayudado por los contactos y el nombre de su padre, entonces vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
Biden siempre ha apoyado públicamente a su hijo, que arrastra un historial de adicciones a las drogas y problemas con la justicia.
El inicio del procedimiento de impeachment es reclamado desde hace meses por el ala trumpista del Partido Republicano, con la que McCarthy tuvo que hacer numerosos compromisos para acceder al poder en enero.
Sin embargo, varios legisladores republicanos moderados se oponen a esta investigación por temor a transformar el procedimiento en un ejercicio puramente partidario.
El proceso estará dirigido por James Comer, jefe del Comité de Supervisión de la Cámara Baja, y Jim Jordan, jefe del Comité Judicial. Ambos son aliados políticos de Kevin McCarthy.
Los demócratas sostienen que estos esfuerzos de la derecha no son más que cortinas de humo utilizadas para ocultar problemas legales que se le acumulan a Trump. Hasta ahora, nunca un presidente ha sido destituido en un juicio político en la historia de Estados Unidos. Tres fueron acusados: Andrew Johnson en 1868; Bill Clinton en 1998, y Trump en 2019 y 2021; todos fueron finalmente absueltos.