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Bruselas.— Después del bache causado por la pandemia de coronavirus, el comercio entre la Unión Europea (UE) y México comienza a ver la luz.
La Oficina Europea de Estadística (Eurostat) reportó en su informe anual sobre comercio de bienes entre México y la Unión Europea que los intercambios comerciales ascendieron a 61 mil millones de euros en 2021.
La cifra representa una recuperación a los niveles previos de la pandemia: en 2019 el comercio bilateral fue por 61 mil 800 millones de euros, mientras que en 2018 por 61 mil 400 millones. Pero en 2020, todo se desplomó. El comercio total sumó 50 mil 900 millones. Las exportaciones de México alcanzaron por 20 mil 400 millones de euros y las importaciones de la UE llegaron a 30 mil 500 millones.
“La crisis de Covid-19 provocó que cayeran en 2020 tanto las exportaciones como las importaciones entre la UE y México”, indica el documento. Las importaciones europeas alcanzaron su punto más bajo en junio de 2020, sumando mil 200 millones de euros, mientras que las adquisiciones mexicanas tocaron fondo en mayo, por mil 700 millones.
Oportunidad desperdiciada
Sin embargo, de acuerdo con los datos de la agencia con sede en Luxemburgo, México no aprovechó la crisis por el Covid-19 y sus perturbaciones en las fuentes de suministro para aumentar sus ventas a la Europa rica.
Mientras que las compras de la UE a países no comunitarios aumentaron en 25.8% entre enero de 2020 y diciembre de 2021, con México crecieron sólo 0.7%. En cambio, las exportaciones del bloque a México se incrementaron 7.5%, mientras que al resto de los países que no son miembros de la UE subieron 4.9%.
La balanza comercial a favor del club europeo alcanzó en 2021 uno de los niveles más altos de la última década, 14 mil 300 millones de euros, sólo superado en el historial por el saldo favorable de 2017 (14 mil 400 millones de euros).
El superávit comercial de la UE con México en 2021 representó un incremento de 78.7% con respecto al balance en 2011.
Con relación al resto del mundo, México fue en 2021 el undécimo socio en exportaciones de bienes a la UE, sumando 1.7% del total, y ocupó el decimoséptimo puesto en el rubro de las importaciones comunitarias, 1.1%.
Países como India y Brasil, que no cuentan con una relación comercial privilegiada como la que tiene México desde 2000, están mejor posicionados. India figura en ambas categorías en el escalafón 10 de los mayores socios de la UE, mientras que Brasil aparece en la decimotercera posición como mayor exportador al bloque.
Las exportaciones europeas a México están caracterizadas por bienes manufacturados, como productos químicos, maquinaria y vehículos, sumando 92% del total. Los envíos mexicanos se caracterizaron por productos manufacturados, 76%, y bienes primarios, como alimentos, bebidas, materias primas y energía.
Para corregir las deficiencias del acuerdo comercial de 2000, México y la Unión negociaron la modernización del tratado. En abril de 2018 llegaron a un principio de acuerdo y los procedimientos técnicos pendientes concluyeron dos años después. Está pendiente la firma y ratificación conforme a los procedimientos respectivos.
El acuerdo actualizado pretende eliminar los obstáculos innecesarios al comercio para beneficiar a los sectores de alimentos, bebidas, automóviles, piezas de vehículos, máquinas, productos sanitarios y farmacéuticos.
Será el primer acuerdo comercial de la UE que incluya disposiciones para combatir la corrupción, con medidas contra el soborno y el blanqueo de capitales. También tendrá fuerza ejecutiva a través de un mecanismo de solución de controversias que estará compuesto por un grupo de expertos independientes. Sin embargo, recientemente eurodiputados advirtieron que el tema de la situación de los derechos humanos y las violaciones sistemáticas en México influirá en su posición a la hora de aprobar el tratado actualizado.
El pasado 10 de marzo, el Parlamento Europeo adoptó una resolución pidiendo a las autoridades mexicanas garantizar la creación de un entorno seguro para periodistas y defensores de los derechos humanos. El texto desató el enojo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llamó “borregos” a los eurodiputados.
